La noche del martes 2 de julio llegaron los primeros inmigrantes detenidos al centro “Alligator Alcatraz”, una instalación construida en menos de diez días en medio del pantano, impulsada por el gobernador Ron DeSantis y respaldada por el presidente Donald Trump.
El lugar albergará hasta 5,000 personas bajo custodia migratoria y está rodeado por alambrado, torres de vigilancia y fauna salvaje.
Las autoridades afirman que se usará para acelerar deportaciones, pero activistas denuncian condiciones inhumanas, falta de acceso legal y riesgo ambiental.
Grupos indígenas, congresistas demócratas y ONG acusan al gobierno estatal de violar derechos humanos y leyes federales.
El sitio fue apodado “Alcatraz del Pantano” por su ubicación extrema y su uso como símbolo político contra la migración irregular.