Donald Trump definió una vez como “un buen vino” a Mark Robinson, el candidato republicano a gobernador de Carolina del Norte. No esperaba, posiblemente, que le provocara el gran dolor de cabeza que le está causando, algo más que un inconveniente en un estado que se cuenta entre los siete bisagra que van a decidir las elecciones presidenciales de noviembre y que era fundamental en una estrategia del expresidente republicano para volver a la Casa Blanca que pasa por ganar Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania.
Este jueves CNN publicó una historia explosiva sobre Robinson. La cadena desempolvó mensajes antiguos del actual vicegobernador en el chat de una web de pornografía donde se definía como un “pervertido” y proclamaba orgulloso: “¡Soy un NAZI negro!”. También defendía la esclavitud (“no es mala, alguna gente necesita ser esclava”, escribió) y mostraba su atracción por el porno protagonizado por trans.
Aunque los mensajes datan de entre 2008 y 2012, antes de que Robinson entrara en política, han caído como una bomba. Y hacen que zozobre la candidatura de un ultraconservador que ya se había visto tocado por posiciones extremas y controvertidas, especialmente en contra del aborto y la comunidad LGTBQ y, en particular, la población transgénero. También le lastraban declaraciones incendiarias, como una que realizó citando a Hitler, otras mofándose de víctimas de tiroteos en escuelas, por cuestionar la separación iglesia estado o mintiendo al decir que Michelle Obama es un hombre.
Sacudida a Trump
La sacudida no solo afecta a la carrera a gobernador en Carolina del Norte, donde Robinson ya iba bastante por detrás del fiscal general del estado, el demócrata Josh Stein, que busca dar el relevo a su colega de filas Roy Cooper. También golpea a la presidencial, donde están en juego 16 votos del colegio electoral.
Trump ganó el estado en 2020 pero con el menor margen de todas sus victorias frente a Joe Biden y Kamala Harris en noviembre acaricia la posibilidad de ganar donde solo lo han logrado en las últimas cinco décadas otros dos demócratas: Jimmy Carter en 1976 y Barack Obama en 2008.
El escándalo pone en aprietos a Trump, que había definido a Robinson como “Martin Luther King en esteroides”, había dicho que era “dos veces mejor” que el icono de los derechos civiles (al que Robinson también insultó en los mensajes encontrados por CNN, llamándolo “comunista” y “gusano”).
Aunque Trump había empezado a distanciarse algo de Robinson a instancias de sus asesores conforme controversias previas hundían al aspirante a gobernador en las encuestas frente a su rival demócrata, en el pasado ha aparecido en varias ocasiones con él, le había dado apoyo entusiasta e incluso le había organizado un acto de recaudación de fondos en su club de Mar-a-Lago, en Florida Había dicho de él que era “un caballero increíble”.
Todo eso hace que haga aguas una táctica habitual de Trump cuando uno de sus acólitos se ve salpicado por el escándalo: tratar de asegurar que prácticamente no sabe quién es. Y aunque se puede dar por seguro que Robinson no estará junto al expresidente en el mitin que este sábado el expresidente tiene en el trascendental estado, los demócratas se han encargado de poner en circulación vídeos y anuncios que recopilan sus apariciones conjuntas y las alabanzas a Robinson.
Y cual es el problema Mussoline le dio poder al papá de aquella época siendo este ateo.
Este sujeto es peor que miercoles…es una vergüenza para la raza de color…para el pueblo y la raza en el mundo…jamás debería tener un cargo publico..