El Senado de los Estados Unidos aprobó este miércoles un proyecto de ley que otorga los fondos suficientes para mantener funcionando con normalidad el Gobierno hasta el 8 de febrero del próximo año, pero los legisladores le negaron a Trump el dinero para hacer el muro entre la frontera de México.
El presupuesto de 2018 se acaba el viernes de esta semana a la medianoche y en teoría deberían ser relevados por unos nuevos presupuestos aprobados por el Congreso.
Sin embargo, los legisladores no han logrado llegar a un acuerdo por el rechazo de los demócratas a la financiación del muro que quiere construir Donald Trump en la frontera con México.
Los deseos del presidente de que el vecino del sur pague la valla se han visto frustrados y ahora no existe un plan claro sobre cómo sacará adelante una de sus propuestas estelares de campaña.
La tormenta antecedió a la calma. Trump dio varios ultimátums a los demócratas para que aprobaran una partida de 5.000 millones de dólares para empezar a construir el muro, un proyecto que tiene un coste total de 20.000 millones. De no contar con sus votos, los amenazó con un tercer cierre parcial de Gobierno este año, que implica que varios servicios federales y más de 800.000 funcionarios paralicen sus actividades.
El presidente inauguró este miércoles 20 de diciembre su festín de tuits matutinos afirmando que ganarían en la batalla por el muro “de una manera u otra”. Su determinación por vencer ya se había visto sobreexpuesta la semana pasada cuando se reunió con líderes demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, respectivamente, a quienes les advirtió: “Me siento orgulloso de cerrar el Gobierno por seguridad en la frontera porque la gente de este país no quiere delincuentes, hay drogas y gente con muchos problemas entrando en nuestro país, me colgaré la medalla de cerrarlo”, sentenció.
Como los demócratas no le dieron más que portazos a las solicitudes del presidente, el equipo de Gobierno comenzó a barajar otras medidas para poder construir el muro. Los líderes del Partido Republicano del Senado convocaron este martes a sus homólogos de la oposición para plantearles una nueva oferta presupuestaria: que aprobaran 1.600 millones de dólares para la seguridad fronteriza, pero además 1.000 millones adicionales de dinero reasignado provenientes de otras asignaciones para controlar la inmigración, excluyendo la edificación de la valla. La respuesta fue otro portazo.
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El año pasado ya se aprobaron varios proyectos de ley para reforzar la frontera. Los fondos se utilizaron para reparar y reconstruir partes de los pedazos de muros ya existentes y además levantar otros. Pero no ha sido suficiente para Trump.
El presidente le dio la orden a su Gabinete para que detectaran fondos de los contribuyentes que pudieran ser redirigibles a la zona fronteriza. Esta petición le supuso varias críticas ya que siempre prometió que la barrera se construiría con dinero proveniente de México.
«México ya está pagando -indirectamente- por el muro a través del nuevo USMCA, el sustituto del NAFTA», el acuerdo de libre comercio para América del Norte, del que forman parte ambos países y Canadá. «Mucho más dinero entrando en Estados Unidos», publicó este miércoles para sacudirse de las críticas.
El proyecto de ley se votará el jueves en la Cámara de Representantes para que luego Trump lo firme. El mandatario aún no ha dicho si aprobará la medida, pero la Casa Blanca aseguró que le «echará un vistazo».
Este episodio es una derrota para el republicano que no consiguió convencer a los ocho senadores demócratas que le faltaban para contar con los 60 votos en el Senado. Y a partir de enero se le pondrá aún más difícil en la Cámara, que pasará a estar controlada por la oposición.