En la noche del 1 de octubre, seis migrantes murieron por disparos de soldados mexicanos en una carretera del estado de Chiapas en el sur del país, informó este miércoles (02.10.2024) la Secretaría de la Defensa (SEDENA) de México.
Cuatro de los migrantes fallecieron en el lugar del incidente, mientras que otros dos murieron cuando eran atendidos en un hospital de la zona, reportó la SEDENA en un comunicado. El grupo de 33 personas migrantes viajaba en un convoy de tres vehículos. Había personas «de nacionalidad egipcia, nepalí, cubana, hindú, paquistaní», agregó la SEDENA sin precisar el origen de los muertos.
El hecho ocurrió el mismo día en que Claudia Sheinbaum asumió como la primera presidenta de la historia de México y, en un discurso ante miles de simpatizantes, asegurara que es «falso» que exista una militarización del país y que «no hay violaciones a los derechos humanos».
La muerte de los migrantes
Los hechos ocurrieron alrededor de las 20H50 locales del 1 de octubre en una carretera a unos 80 kilómetros de la frontera de México con Guatemala. A esa hora, los soldados detectaron que una de las camionetas «iba a alta velocidad» junto con otras dos «como las que usan grupos delincuenciales en esa región», según la versión de la Secretaría. «Personal militar manifestó escuchar detonaciones, por lo que dos elementos accionaron su armamento» haciendo que los vehículos detuvieran su marcha, añadió.
La institución dijo que 10 personas migrantes resultaron lesionadas, mientas que otras 17 salieron ilesas y fueron entregadas al Instituto Nacional de Migración. La entidad aseveró que los dos soldados que dispararon «fueron separados de sus funciones» y, por tratarse de un hecho donde se vieron afectadas personas civiles, fueron denunciados ante la Fiscalía mexicana. «Se estableció coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores para que se mantenga en contacto con las embajadas correspondientes», afirmó SEDENA en el boletín.
Cientos de miles de personas migrantes cruzan irregularmente por México cada año para llegar a Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia en sus países. En el camino, suelen ser víctimas de la delincuencia organizada, de extorsiones por parte de autoridades e incluso accidentes viales. Muchas de estas personas también viajan ocultas en camiones de carga, en condiciones de hacinamiento y sometidas a graves maltratos de traficantes.
