La Mara Salvatrucha MS-13, dejó su firma en al menos diez homicidios en Las Vegas en un año, denunciaron la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la policía de esa ciudad de Nevada, por los que hay cinco detenidos, uno de ellos menor de edad. «No tenía una gran presencia aquí», dijo a Univisión Joe Lombardo, el sheriff local, sobre la pandilla. «Hasta ahora». Se estima que hay un centenar de mareros, que llevaron al valle de la famosa localidad sus métodos sanguinarios, como el ataque con machetes.
Las maras nacieron en la década de 1980 en Los Angeles, California, y se extendieron a los países de origen de los inmigrantes que las conformaban: El Salvador, Honduras, Guatemala. Con su reingreso en las décadas siguientes, los mareros expandieron su red desarticulada, que se organiza en pequeños grupos llamados clicas, por distintos lugares de los Estados Unidos. Por esa característica la MS-13 es extremadamente difícil de combatir.
Su violencia —extorsión, secuestro, violación, homicidio— se concentra en la colectividad de los hispanos, los mismos inmigrantes que muchas veces no se atreven a denunciar los delitos de los que son víctimas por carecer de documentos. Sus negocios ilegales, como robo o narcotráfico, son descentralizados y en distintas escalas.
La lista de los asesinados en Las Vegas incluyó a Daniel Clark, Rony Fuentes, Richard Gaudio, Juan Carlos Estrada Raya, José Hernández, Ricardo Olivas, Izzak Towery y Earl Ryan. También Arquímedez Sandoval Martínez, quien había declarado ante las autoridades días antes de la emboscada en la que murió, sobre otra muerte, la de Carlos Pachaca Rodríguez.
En enero de 2018 Sandoval Martínez se encontraba con amigos en el Club 2100, en Las Vegas. También estaba allí uno de sus enemigos, David Herbi Pérez Manchame, de 19 años y miembro de la MS-13. Cuando a la 1:30 de la madrugada se retiró, terminó en el interior de una camioneta «donde fumaban marihuana Herbi y otros mareros: Josué Díaz Orellana, de 22 años; Luis Molesto Reyes Castillo, de 24; y Miguel Torres Escobar, de 20″, detalló Univisión.
De camino al punto panorámico The View, Sandoval Martínez comprendió que había caído en una trampa.
Entre los demás lo redujeron y le ataron la manos con los cordones de su propio calzado. Un tatuaje en su hombro hizo que los atacantes creyeran que era de la mara rival Barrio 18. «Cuando corría Reyes le disparó.
Sandoval Martínez cayó al suelo baleado», relató Díaz Orellana, detenido, a los investigadores. «Cuando él estaba tirado en el suelo, comenzaron a apuñalarlo repetidamente con navajas y un machete», agregó. Los mareros se turnaron para hacerlo.
Por la pista de un automóvil el FBI dio con Díaz Orellana, quien tenía documentos falsos, y tres cómplices. Los otros tres mareros también habían ingresado ilegalmente al país, desde El Salvador. Los cuatro acusados, que tenían tres armas, podrían recibir una condena a 20 años por el ataque y otra de cadena perpetua por el secuestro seguido de homicidio. Es el método que se utilizó en al menos otros cinco de los diez homicidios de Las Vegas, incluido el de Pachaca Rodríguez, sobre el cual había declarado Sandoval
Martínez ante la policía local días antes de su muerte. Pachaca había pertenecido a la MS-13 y apareció con múltiples disparos en la cabeza y heridas de arma blanca.
«El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) reportó por primera vez la presencia de la MS-13 en Las Vegas en 2009, al anunciar el resultado de un operativo que arrestó a 29 pandilleros de distintas bandas», agregó Univisión.