El ministro de Exteriores de Rusia ha recordado que los militares rusos hallaron un almacén de sustancias químicas fabricadas en Alemania y en el laboratorio británico de Porton Down.
Moscú aseguró tener pruebas «de sobra» de que el supuesto ataque químico en la ciudad siria de Duma, en Guta Oriental, fue escenificado por el Reino Unido; la información la declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista con Dmitri Kiseliov, director general de la agencia Rossiya Segodnia.
El jefe de la diplomacia rusa se hizo eco del video que «tal vez sirvió de motivo principal» para EE.UU., Reino Unido y Francia a la hora de decidir bombardear objetos relacionados con el presunto potencial de armas químicas del Gobierno de Bashar al Assad, según afirmaron estos tres países.
Lavrov ha señalado que el video evidencia cómo gente sin protección alguna, que en algunos casos llevaba las mascarillas protectoras de gasa, regaba con agua a niños y adultos.
El diplomático ha agregado que los militares rusos encontraron a dos médicos que trabajaban en este hospital que contaron cómo algunas personas irrumpieron gritando que se había producido un ataque químico y que todos tenían que ser regados con agua de manera urgente.
«Si sabes dónde hay un almacén de armas químicas, bombardear ese almacén solo significa una cosa: crear una catástrofe humanitaria para quienes residen en la zona», ha comentado Lavrov sobre los objetivos anunciados por Donald Trump, cuando este se pronunció sobre el ataque aéreo conjunto contra las instalaciones sirias el 14 de abril.
El responsable de Exteriores ha recordado que el Ministerio de Defensa ruso halló en Duma un almacén de armas químicas fabricadas en Alemania y en el Reino Unido, precisamente en el laboratorio de Porton Down, cuyos expertos trabajaron en el caso del envenenamiento con un agente nervioso del exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia el 4 de marzo.
Mientras los especialistas analizan lo que fue descubierto durante la liberación de Duma, «nadie oculta que la escenificación grabada en el video fue organizada por los Cascos Blancos», ha indicado Lavrov, señalando que dicha ONG «trabaja únicamente en territorios controlados por los milicianos, incluidos los terroristas como Jabhat al Nusra».
Lavrov ha afirmado que el año pasado los activistas de los Cascos Blancos, «financiados por el Reino Unido, EE.UU. y otros países occidentales», participaron en la fabricación de una «provocación» parecida en la localidad siria de Jan Sheijún, cuando la comunidad internacional responsabilizó a Al Assad del uso del gas sarín contra los civiles el 4 de abril de ese año.
«Todo esto lo expusimos de manera precisa y detallada ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) durante una sesión del Consejo Ejecutivo y ante el Consejo de Seguridad de la ONU», ha declarado Lavrov, lamentando que en respuesta a Rusia le digan que «intentar culpar al Reino Unido de que pudo haber hecho algo mal sobrepasa todos los límites y es imposible incluso discutirlo, porque eso no puede ser».