Varios aparatos de comunicación volvieron a explotar este miércoles en puntos del Líbano controlados por Hezbollah, sin que todavía esté clara la magnitud de la nueva oleada y apenas 24 horas después de que una primera causara doce muertos y 2.800 heridos en el país.
Una fuente cercana al grupo terrorista libanés declaró que los walkie talkies utilizados por miembros del grupo explotaron en su bastión de Beirut, y los medios de comunicación estatales informaron de explosiones similares de buscapersonas y “dispositivos” en el este y el sur de Líbano.
“Varios walkie talkies explotaron en los suburbios del sur de Beirut”, dijo la fuente a la agencia AFP, y los equipos de rescate afiliados a Hezbollah confirmaron que los dispositivos habían estallado dentro de dos coches en la zona.
La cadena de televisión Al Manar, de Hezbollah, también informó de explosiones en varias zonas del Líbano, que, según dijo, se debieron a la detonación de walkie-talkies.
Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa, la explosión causó la muerte de tres personas en Sohmor, en el este del país, y según una fuente médica, otras 15 resultaron heridas en la ciudad de Baalbek , mientras que en otros bastiones de Hezbollah se registraron explosiones similares.
De acuerdo al Ministerio de Salud Pública, al menos una persona murió y otras cien resultaron heridas.
Varias de las explosiones se produjeron el funeral de tres miembros del grupo terrorista y un niño muertos ayer por la explosión de unos buscapersonas, según informaron periodistas de Associated Press en el lugar de los hechos.
Las nuevas explosiones se producen cuando el Líbano sigue sumido en la confusión y la ira tras los ataques con buscapersonas del martes, que parecían ser un complejo ataque israelí dirigido contra miembros de Hezbollah. Al menos 12 personas murieron, entre ellas dos niños, y unas 2.800 resultaron heridas cuando cientos de localizadores utilizados por miembros de Hezbollah empezaron a detonar en varias partes del Líbano y en Siria.
El ataque en el Líbano comenzó el martes por la tarde, cuando los localizadores en las manos o bolsillos de sus propietarios comenzaron a calentarse y luego a explotar, dejando escenas salpicadas de sangre y transeúntes en pánico. Los expertos creen que se introdujo material explosivo en los localizadores antes de su entrega.
Al parecer, la mayoría de las personas alcanzadas eran miembros de Hezbollah o estaban vinculadas a miembros de Hezbollah -combatientes o civiles-, pero no estaba claro si también habían sido alcanzadas personas sin vínculos con Hezbollah.
Este miércoles se empezaron a conocer nuevos detalles de la operación. Los localizadores fueron fabricados por una empresa con sede en Hungría, según informó el miércoles otra empresa. Un funcionario estadounidense dijo que Israel informó a Estados Unidos tras el ataque, en el que se habían ocultado pequeñas cantidades de explosivo en los localizadores. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a discutir la información públicamente.
El atentado, que Israel no ha comentado, reavivó los temores de que el conflicto latente entre Israel y Hezbollah pudiera desembocar en una guerra total. El Secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el miércoles que Estados Unidos aún está evaluando cómo el ataque podría afectar a los esfuerzos para negociar un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Israel comenzó a desplazar más tropas a su frontera con Líbano el miércoles como medida de precaución, según un funcionario con conocimiento de los movimientos que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación.
Hezbollah y las fuerzas israelíes han intercambiado disparos casi a diario desde el 8 de octubre, el día después de que un mortífero asalto dirigido por Hamás en el sur de Israel desencadenara la guerra. Desde entonces, cientos de personas han muerto en los ataques en Líbano y docenas en Israel, mientras que decenas de miles a cada lado de la frontera se han visto desplazadas.
Hamás y Hezbollah son aliados y ambos cuentan con el apoyo de Irán. Los dirigentes israelíes han lanzado una serie de advertencias en las últimas semanas de que podrían aumentar las operaciones contra Hezbollah en Líbano, afirmando que deben poner fin a los intercambios para permitir que la población regrese a sus hogares cerca de la frontera.
Hezbollah dijo en un comunicado el miércoles por la mañana que continuaría sus ataques normales contra Israel como parte de lo que describe como un frente de apoyo a Hamas y a los palestinos de Gaza.
“Este camino es continuo y separado del difícil ajuste de cuentas que el enemigo criminal debe esperar por su masacre del martes”, dijo. “Este es otro ajuste de cuentas que llegará, si Dios quiere”.