El líder del Kremlin, Vladimir Putin, aseguró que el asalto masivo de sus fuerzas este 28 de noviembre contra Ucrania fue una respuesta al uso de misiles de largo alcance de EE. UU. y Reino Unido para apuntar contra territorio ruso. Además, amenazó con atacar con un nuevo misil los “centros de toma de decisiones” de Kiev. Las embestidas sobre la infraestructura energética de la nación invadida dejaron al menos un millón de personas sin electricidad.
Moscú da nuevos pasos en el cumplimiento de sus amenazas tras la reciente autorización de EE. UU. y Reino Unido a Kiev para apuntar con sus misiles al territorio ruso.
En su aparición en la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Astaná, el presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo que el asalto masivo de su Ejército este 28 de noviembre contra Ucrania se dio en respuesta al uso de armas occidentales para atacar su país.
El líder del Kremlin subrayó así a las recientes autorizaciones de Estados Unidos y Reino Unido a Kiev para que utilice sus proyectiles de largo alcance para apuntar contra la nación invasora, algo que ya había sido advertido por Moscú como una línea roja en el conflicto.
Tras la luz verde, en los últimos días Moscú ha denunciado que el Ejército ucraniano lanzó al menos dos ataques contra suelo ruso con misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, y con misiles británicos Storm Shadow.
«Esta noche realizamos un ataque integral utilizando 90 misiles de clases similares y 100 drones. Diecisiete objetivos fueron alcanzados (…) Se trata de instalaciones militares, instalaciones de la industria de defensa y sus sistemas de apoyo. Permítanme repetir una vez más: estos ataques de nuestra parte también tuvieron lugar en respuesta a los ataques en curso (por parte de Ucrania) en territorio ruso con misiles ATACMS estadounidenses. Como ya lo he dicho muchas veces, siempre habrá una respuesta de nuestra parte”, remarcó el mandatario ruso.
Además, Putin amenazó con atacar con un nuevo misil Oreshnik los “centros de toma de decisiones” de Kiev.
Su advertencia llega luego de que el pasado 22 de noviembre Putin reconoció que su país llevó a cabo un ataque contra Dnipro, Ucrania, con un misil balístico hipersónico, que inicialmente Kiev señaló como «un misil balístico intercontinental» (ICBM).
Sin embargo, posteriormente, fuentes estadounidenses y británicas indicaron que el artefacto utilizado en esa embestida fue un misil balístico de alcance intermedio (IRBM).
En sus declaraciones este jueves, Putin remarcó que Rusia se vio «obligada» a desplegar el nuevo misil por las acciones del «enemigo», una referencia a la ayuda de Occidente al país invadido desde hace casi tres años.
El uso de ese tipo de proyectiles por parte de las fuerzas del Kremlin podría ir en ascenso. Putin también se jactó de que Moscú produce diez veces más misiles que todos los países de la OTAN juntos y remarcó que no dudará en volver a utilizar esa clase de armas.