Rautel Astudillo, el principal sospechoso del feminicidio de Ariadna López, afrontará el inicio del caso judicial desde la cárcel. Así lo decidió el martes un juez de Ciudad de México en la audiencia inicial, que ha justificado la prisión preventiva como medida cautelar por la gravedad del delito que se le imputa. El tribunal también ha ratificado que la detención del acusado, ingresado en el Reclusorio Oriente, ha sido legal.
Está previsto que haya una nueva audiencia este próximo domingo sobre la muerte violenta de la joven de 27 años.
López desapareció el pasado 30 de octubre tras reunirse con amigos en la colonia Condesa, una de las zonas más concurridas de la capital mexicana. Su cuerpo fue hallado el 2 de noviembre por ciclistas que circulaban por una carretera cerca de Tepoztlán, un municipio turístico a unos 80 kilómetros de Ciudad de México, en el Estado de Morelos.
Rautel acudió la semana pasada al velorio de la joven, dio entrevistas a la prensa y se presentó como un amigo suyo. El ahora acusado se entregó en la ciudad norteña de Monterrey, a más de 900 kilómetros de la capital, en la madrugada de este lunes. Su pareja, Vanessa ‘N’, había sido detenida el domingo y también está en prisión preventiva por el feminicidio. “No la maté”, dijo Rautel al momento de ingresar a la Fiscalía de Nuevo León.
Tras llegar en un avión a Ciudad de México, el sospechoso ha pasado la noche en el reclusorio y fue trasladado para declarar en unos juzgados del Poder Judicial de Ciudad de México en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Sus abogados han pedido tiempo para recabar pruebas que apuntalen la defensa de su cliente y por eso se ha decidido que las audiencias continúen el fin de semana.
El caso de Ariadna López también ha sacudido la política en México. En una primera autopsia, la Fiscalía de Morelos determinó que la joven murió por una broncoaspiración, el término médico para describir cuando una persona se ahoga con alimentos o comida. También se encontró una alta cantidad de alcohol en la sangre de la fallecida.
La Fiscalía de Ciudad de México realizó una segunda necropsia en la que la causa de muerte habían sido varios golpes, un “trauma múltiple”, contradiciendo los resultados del análisis inicial. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital, acusó el lunes a la Fiscalía de Morelos de encubrimiento y ha insinuado que Rautel tenía contactos en el ministerio público para evitar que se investigara el feminicidio. “¿Cómo puede ser que haya un fiscal que encubra deliberadamente?”, ha cuestionado Sheinbaum. Uriel Carmona, el fiscal morelense, ha negado las acusaciones y ha dicho que las investigaciones están ahora a cargo de las autoridades capitalinas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha entrado en la polémica este martes y ha cuestionado “las prisas” de la Fiscalía de Morelos por dar por cerrado el caso y por hacer declaraciones públicas en medio de las pesquisas. “Cuando sucede una cosa así, por lo general, no declaran los ministerios públicos ni ninguna autoridad, esperan, pero ahora sí hubo una declaración, ¿por qué la prisa?”, ha dicho el mandatario. En medio de las disputas entre ambas Fiscalías estatales, López Obrador ha sugerido en su conferencia de prensa diaria que la Fiscalía General de la República asuma las investigaciones.
Sheinbaum ha insistido horas más tarde en las acusaciones del encubrimiento y ha dicho que será hasta el próximo 13 de noviembre cuando las autoridades de Morelos compartan el expediente del caso con sus homólogos de Ciudad de México. “¿Qué le quieren arreglar a esa carpeta?”, ha cuestionado la jefa de Gobierno sobre supuestas “irregularidades” en la investigación. Mientras se esclarece el feminicidio por la vía legal, el frente político sigue dando de qué hablar: con dos versiones opuestas de lo sucedido y el enfrentamiento abierto de dos autoridades.