Este jueves concluyó el velatorio del expresidente de Uruguay, José ‘‘Pepe’’ Mujica, quien falleció a los 89 años, dejando un legado político y humano profundamente arraigado en la memoria colectiva del país.
Miles de personas acudieron durante dos jornadas para despedir al exmandatario, reconocido mundialmente por su austeridad y compromiso social.La ceremonia final estuvo marcada por un momento de alto simbolismo: el presidente de la República, Yamandú Orsi, junto al secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, entregaron el Pabellón Nacional a Lucía Topolansky, esposa de Mujica y figura clave en la política uruguaya.
La despedida fue acompañada por aplausos, lágrimas y múltiples muestras de cariño que reflejaron el respeto de la ciudadanía hacia el exlíder, quien gobernó entre 2010 y 2015, y fue una de las figuras más queridas de la izquierda latinoamericana. Su legado sigue vivo en las luchas sociales y en la forma sencilla en que eligió vivir, incluso durante su presidencia.