La mañana de este 30 de marzo fue emitida a las 9:10 horas una alerta para los estudiantes del Forsyth Tech Community College en la que se informa sobre un supuesto tiroteo activo dentro del campus universitario ubicado en Winston-Salem, Carolina del Norte. Sin embargo, a las 9:48 horas el Departamento de Policía de Winston-Salem informó que se descartaba el hecho violento, por lo que ahora se investiga el caso.
En la alerta se pedía a los alumnos que se refugiarán en el lugar seguro debido a los disparos de dos supuesto tiradores que se encontraban en el Strickland Center del la unidad universitaria.
Antes de la policía informara sobre el hecho, medios locales señalaban que supuestamente dos sospechosos están armados y que estaban prófugos; estos fueron descritos como hombres con sudaderas con capucha grises y negras.
Durante la atención al hecho, la Oficina del Sheriff del Condado de Forsyth ayudó con drones en el aire para la búsqueda. Mientras tanto el superintendente de las Escuelas del Condado de Stokes confirmó que había estudiantes del Condado de Stokes en el campus en ese momento.
Tiroteos no cambian postura política sobre uso de armas
Cada vez que se produce un tiroteo en Estados Unidos, como el que causó seis muertos en una escuela primaria cristiana en Nashville, no se hace esperar la indignación pública. El dolor y la compasión son generalizados, pero lo que hagan las autoridades después dependerá probablemente del partido político que gobierne el estado donde ocurrió la matanza.
Eso significa que será casi imposible esperar nuevos controles de armas en estados liderados por republicanos, como Tennessee o Texas, pero cuando estas tragedias ocurren en estados liderados por demócratas, es probable que haya más límites al uso de armas, incluso si ya tienen leyes restrictivas. Los tiroteos a gran escala generalmente no parecen cambiar la composición política básica de un estado.
Después del tiroteo del lunes en The Covenant School en Nashville, aumentaron las tensiones entre los legisladores estatales reunidos en el Capitolio estatal. Los demócratas pidieron más acciones para el control de armas, mientras los líderes republicanos les cortaron los micrófonos por criticar el amor de sus colegas republicanos haca la Segunda Enmienda a la Constitución, una enmienda que garantiza el derecho de los estadounidenses a poseer y portar armas, entre ellas las de fuego.
“Las oraciones son buenas, pero la fe sin obras está muerta”, imploró el senador estatal demócrata Raumesh Akbari, empleando una referencia bíblica. “No permitamos que se desarrolle otra tragedia prevenible sin que esta legislatura tome medidas reales”, agregó.
Sin embargo, es más probable que toda acción de los legisladores republicanos se mueva en otra dirección. Los republicanos presentaron este año proyectos de ley que facilitarían el acceso de los maestros a las armas y permitirían a los estudiantes universitarios portar armas en las escuelas.
El mismo día del tiroteo en Nashville, un juez federal aprobó un acuerdo legal que reduce la edad mínima para portar armas sin permiso en Tennessee de 21 a 18 años. Eso se produjo apenas dos años después de que una nueva ley estableciera la edad en 21.