Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el papa León XIV dirigió este domingo 29 de junio un nuevo llamado a la paz y la reconciliación entre los pueblos, durante el rezo del Ángelus. Ante una multitud de fieles, el pontífice expresó su preocupación por los conflictos armados que persisten en diversas regiones del mundo, con especial énfasis en la situación de violencia que afecta al Medio Oriente.
En su mensaje, el papa lamentó que “las armas sigan sofocando el grito de la humanidad” e instó a los líderes internacionales a frenar la escalada de violencia. Mencionó expresamente los enfrentamientos recientes entre Irán, Israel y Palestina, y pidió que se garantice el acceso de ayuda humanitaria a la población civil afectada por los combates. A su juicio, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de “no cerrar los ojos ante el sufrimiento de los inocentes”.
El pontífice subrayó que solo a través del diálogo se pueden abrir caminos estables hacia la paz, y exhortó a todas las partes en conflicto a poner fin a los intereses que alimentan la guerra. León XIV reiteró que la Iglesia seguirá acompañando los esfuerzos de reconciliación, promoviendo una “cultura del encuentro” que respete la dignidad de cada ser humano, sin distinciones.
Durante su intervención, también elevó una oración por los desplazados y víctimas de los enfrentamientos, y animó a los fieles a mantenerse firmes en la esperanza. Recordó que la construcción de la paz no es tarea exclusiva de los gobiernos, sino una responsabilidad compartida que inicia en la familia, la comunidad y la vida cotidiana.
Desde su elección en mayo de 2025, ha insistido en la necesidad de derribar muros de división y sembrar puentes de reconciliación en un mundo herido por el odio, los prejuicios y el miedo.