El papa Francisco ha sufrido este lunes dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, en su décimo octavo día ingresado en el hospital Gemelli de Roma, pero en todo momento ha permanecido lúcido, informó la Santa Sede.
«El Santo Padre presentó hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo. Por ello, se realizaron dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas. Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva. El Santo Padre permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento. El pronóstico sigue siendo reservado», informó Vatican News, en el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundido esta tarde de lunes 3 de marzo, sobre el estado de salud del Papa, hospitalizado en el hospital Gemelli desde el 14 de febrero.
Los valores de los análisis de sangre no cambian, lo que revela la ausencia de leucocitosis. Este es un dato positivo porque demuestra que no hay una nueva infección, sino que la acumulación de moco es consecuencia de una neumonía.
Las dos crisis de hoy lunes se debieron a la reacción de los bronquios que intentan expulsar la mucosidad que se acumula para eliminar las bacterias.
El cuadro del estado clínico del Papa sigue siendo, por tanto, complejo, con una situación abierta a criticidades como las ocurridas esta tarde.
El pontífice, según el Vaticano, ha permanecido «siempre lúcido, orientado y colaborador».
El papa argentino, de 88 años, está ingresado por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral. Una enfermedad que ha encendido las alarmas sobre su estado dada su avanzada edad y al hecho de que le fue extirpado una parte del pulmón durante su juventud.