El primer vuelo de retorno de migrantes irregulares que cruzaron la peligrosa selva del Darién, financiado por Estados Unidos en el marco de un acuerdo de migración con Panamá, salió este martes de la capital del país centroamericano con destino a la ciudad de Medellín, en Colombia.
Un total de 29 ciudadanos colombianos, en su mayoría jóvenes, y con antecedentes penales, según dijeron fuentes oficiales, llegaron esposados al capitalino Aeropuerto Marcos A. Gelabert, más conocido como la terminal de Albrook, donde tras un registro documental abordaron la aeronave, que partió poco después de las 06:00 hora local (13:00 CET).
El viceministro panameño de Seguridad, Luis Felipe Icaza, dijo que «el viernes o sábado» puede partir el siguiente vuelo en el marco del memorándum que Panamá suscribió con Estados Unidos el 1 de julio, el día que José Raúl Mulino asumió como nuevo presidente panameño. Ese acuerdo prevé devolver a migrantes que atraviesen el Darién, la selva fronteriza con Colombia que vive una crisis por el flujo migratorio, que el año pasado alcanzó la cifra sin precedentes de 520.000 personas.
Durante la campaña electoral, Mulino había prometido «cerrar» el Darién a la migración. «La frontera de Estados Unidos en vez de Texas se corrió a Panamá», afirmó el 16 de abril. El convenio implica un apoyo estadounidense valorado en 6 millones de dólares, por lo que el presidente panameño sostuvo la semana pasada que los vuelos de retorno de migrantes son «sin costo alguno para Panamá».
Entre los deportados, un «sicario»
El jefe del Servicio Nacional de Migración (SNM), Roger Mojica, dijo en una conferencia de prensa que los migrantes de este primer vuelo financiado por Estados Unidos fueron retornados a Colombia bajo la figura de la deportación. Entre los ciudadanos colombianos deportados este martes está un presunto «sicario» del colombiano Clan del Golfo, que fue identificado mediante el sistema biométrico que usan las autoridades panameñas en el Darién, agregó el funcionario.
Mojica aseguró que el Gobierno del presidente panameño, José Raúl Mulino, está «haciendo las coordinaciones, los acuerdos diplomáticos» con países como «Ecuador, la India y otras naciones», para retornar a ciudadanos de esos países que entren de manera ilegal a Panamá a través del Darién, tanto los que tengan antecedentes penales como los que no.
No hay retorno de venezolanos por ahora
En lo que va de año, más de 230.000 migrantes irregulares de varias decenas de países del mundo, aunque en su gran mayoría nacionales de Venezuela, han entrado a Panamá tras atravesar la selva, de acuerdo a los datos citados por el jefe de la oficina de Migración. «Ahorita mismo se nos impide hacer cualquier movimiento hacia Venezuela», dijo gráficamente Mojica, en referencia a que las relaciones diplomáticas de Panamá con Venezuela están en suspenso por la crisis poselectoral en ese país.
«Los venezolanos, después de las primeras atenciones» en las estaciones migratorias del Darién, donde los viajeros reciben alimentos y atención médica, «se le permite continuar con el flujo controlado», su viaje hacia Norteamérica, aseveró Mojica. Pero la agregada regional de seguridad interna de EE. UU., Marlen Piñeiro, dijo en la misma conferencia de prensa que «la mayoría de las personas» que lleguen a Estados Unidos tras cruzar el Darién «no van a calificar para entrar» al país norteamericano.