Una semana después del asalto al Parlamento de Hong Kong, decenas de miles de personas iniciaron este domingo una nueva manifestación para continuar exigiendo la retirada definitiva del polémico proyecto de ley de extradición y la dimisión de la jefa del Gobierno local, Carrie Lam.
La marcha recorría el distrito peninsular de Kowloon, una zona comercial donde se congregan numerosos turistas, la mayoría provenientes de la China continental.
Se trata de la primera vez en las últimas semanas que una de estas manifestaciones en protesta contra el proyecto de ley se celebra en esta zona y no en la isla de Hong Kong, donde se encuentra el principal distrito financiero.
Algunos de los movilizados han dicho que buscan de esta manera explicar su reclamo a quienes viven en el continente.
Los manifestantes, en su mayoría vestidos de negro, portan carteles con consignas como «Juntos, en pie», «No a la extradición a China» o «Carrie Lam, dimisión». Lam, sin embargo, goza del apoyo total del gobierno chino, que la insta a reprimir a los manifestantes que se tornen violentos.
Se prevé que la protesta concluya junto a la estación del tren de alta velocidad, que conecta con Beijing y otras ciudades de China.
Un dispositivo de cerca de 1.500 policías ha sido desplegado en las citadas instalaciones, en prevención de posibles incidentes.
A través de las redes sociales y de la aplicación de mensajería Telegram, grupos de manifestantes han llamado a «tomar» la estación, uno de los principales símbolos de la presencia china en la ciudad, ya que en su interior se encuentran agentes de la Policía continental y marca una de las fronteras de la región autónoma.
Tras el asalto al Consejo Legislativo, producido en la noche del pasado lunes, los manifestantes se encontraban en una especie de período de reflexión hasta que decidieron convocar esta nueva protesta.
Los hechos se produjeron el mismo día en el que se celebraba el vigésimo segundo aniversario del traspaso de la soberanía de Hong Kong a China por el Reino Unido ocurrido en 1997, tras una manifestación en la que participaron, según los organizadores, unas 550.000 personas.
La de este domingo es la última de las numerosas protestas realizadas desde finales de marzo para exigir la retirada del polémico proyecto de ley de extradición, que facilitaría la entrega de sospechosos a otras jurisdicciones, entre ellas a la China continental.
En consecuencia el proyecto de ley ha sido pospuesto, pero sin embargo la agitación persiste y los manifestantes exigen ahora reformas democráticas y un freno al dominio chino de Hong Kong, ciudad que tiene un status especial y mayores libertades que otras localidades en la china continental.
Desde el inicio de las manifestaciones, indicaron fuentes del movimiento prodemocrático, han sido arrestadas 71 personas, 15 de ellas tras la irrupción en el Parlamento.
Asimismo, ayer se celebraron vigilias en memoria de los cuatro jóvenes que se han suicidado en las últimas semanas en relación con las protestas.
El Salvador visto en pantalla del futuro si el gobierno miente….