La Policía de Rochester (Nueva York, EE.UU.) ha hecho públicas este jueves nuevas imágenes del incidente en el que varios de sus uniformados rociaron con gas pimienta a una niña de 9 años el pasado 31 de enero, informa la agencia AP.
En el material audiovisual, grabado por las cámaras corporales de uno de los agentes involucrados, se puede escuchar a la menor suplicando entre sollozos: «Oficial, por favor, no me haga esto», mientras permanece esposada en la parte trasera de una patrulla. «Te lo hiciste tú misma, cariño», le responde una mujer policía sentada tras el volante.
La uniformada le avisa a la pequeña de que una ambulancia está en camino para atenderla, pero que va retrasada debido a las nevadas. La niña pregunta varias veces cuándo llegarán los paramédicos a limpiarle el spray de pimienta del rostro y ruega que le quiten las esposas. Se escucha nerviosa y desesperada, dice que quiere ver a su papá y se queja de que le queman los ojos. «Arde demasiado», insiste la menor, a lo que la patrullera le responde: «Se supone que debe arder. Se llama gas pimienta».
Este fragmento hace parte de una versión de 90 minutos del episodio que también se ha hecho pública esta semana. Hasta ahora, la Policía solo había ofreció acceso a un metraje de 16 minutos del momento en que esposan a la menor e intentan meterla en la parte trasera de un vehículo policial mientras esta se resiste y llama a su padre.
Con la recién liberada filmación, las autoridades buscan ofrecer una mirada más completa de lo ocurrido después de que el trato de los policías hacia la niña haya provocado críticas y desapruebo. Al respecto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, afirmó estar «furioso» con estas nuevas imágenes porque son «incluso más impactantes e inquietantes» que las primeras. «Los neoyorquinos en todos los rincones del estado están asqueados por estas acciones (…) Debe haber un período de investigación completo y competente», aseveró.
El hecho tuvo lugar después de que varios oficiales respondieran a la llamada de la madre de la niña por una discusión con su cónyuge. La mujer se quejó de los abusos de su compañero y aseguró que su hija tenía tendencias suicidas y había amenazado con hacerle daño. La atención de los patrulleros se volcó hacia la pequeña, que había escapado por una calle nevada. Tras alcanzarla, la regañaron por gritar y mientras luchaban por meterla en la patrulla, le dijeron que estaban perdiendo la paciencia antes de rociarla con gas pimienta. Los agentes involucrados están suspendidos a la espera de que se complete una investigación.
