Novak Djokovic ya está en su casa tras un corto pero intenso paso por tierras australianas, de las cuales fue deportado después de que la justicia del país oceánico le rechazara hasta en dos oportunidades su visa laboral por no cumplir con el calendario de vacunación completo, además de encontrar errores en los documentos de exención médica que presentó al llegar.
El número uno del mundo del tenis no pudo defender la corona en el Abierto de Australia y finalmente retornó a Serbia en donde fue recibido por un puñado de fanáticos que se acercaron al aeropuerto para brindarle su apoyo tras lo sucedido.
Según el diario Blic, el tenista de 34 años, considerado en Serbia un héroe nacional, voló desde Australia al aeropuerto de Dubái y, de allí, tomó otro avión rumbo a Belgrado, donde piso tierra cerca de las 12:16 horas (11:16 GMT) del mediodía.
Djokovic, que aspiraba a defender su título de campeón del Abierto de Australia y convertirse en el primer tenista de la historia en sumar 21 Grand Slams, regresó después de once días de controversia deportiva, judicial y diplomática por su oposición a vacunarse contra la covid.
El presidente del Parlamento serbio, Ivica Dacic, declaró que la decisión de Australia de revocar el visado al tenista serbio “es la victoria de la política sobre el deporte”, y aseguró que el trato que tuvo Djokovic fue “humillante y asqueroso”.
Además, recordó que Djokovic viajó a Australia con una exención médica: ”Objetivamente, todo fue en función de la lucha política interna en Australia y es un acto muy incorrecto de las autoridades australianas”, dijo Dacic, quien indicó que Nole también es portador de un pasaporte diplomático serbio.
Una opinión extendida en Serbia es que Djokovic ha sido un “chivo expiatorio” en las luchas políticas en Australia antes de las elecciones de este año. Dacic indicó que el tenista es un icono en su país, pero que no es visto por nadie como un líder antivacunas.
Serbia, que a principios de 2021 encabezó los índices de vacunación en Europa, cuenta ahora con menos de la mitad (47 %) de su población vacunada con la pauta completa.
Djokovic levantó polémica nada más empezar la pandemia en 2020 al declarar que no le gustaría que le obligaran a vacunarse contra el coronavirus para poder viajar por el mundo, y más tarde defendió la libertad de elección, aunque no llegó a abogar activamente contra la vacuna.
La prensa serbia calificó la expulsión de Djokovic, que ganó en nueve ocasiones el Abierto de Australia, comoel “escándalo deportivo del siglo”.”Nole, es el orgullo de Serbia”, tituló el diario deportivoSportski zurnal, y el rotativoPolitikaabrió su portada con titulares como “Australia expulsó a su campeón” y “Privaron a Djokovic de una manera no deportiva del derecho a luchar por su décimo título”.