No llores por mí Argentina

Lionel Messi quedó preso del cambio táctico que dispuso Jorge Sampaoli. Nunca estuvo cómodo dentro del campo y sus compañeros sintieron su ausencia en ofensiva. Con el resultado casi sentenciado recién fue «liberado».

El tempranero tanto de Antoine Griezmann de penal descolocó a la Selección, que planteó un encuentro para lastimar por los laterales franceses.

Debía pararse como «falso 9», pocas veces se ubicó en esa posición en la primera parte al no tener contacto con el balón y decidió volcarse sobre el sector derecho del campo, como lo hace habitualmente.

Aunque de sus pies vino el segundo tanto argentino -Gabriel Mercado desvió el remate del rosarino-, el hombre del Barcelona nunca se sintió cómodo dentro del campo. Cuando Francia dio vuelta el marcador, Sampoali mandó a la cancha al Kun Aguero, lo que «liberó» a Messi.

Sin embargo era tarde. El ’10’ estuvo muchos minutos del partido «enjaulado» a raíz del sistema táctico y el equipo lo sintió, ya que sintió la falta de su as de espada.

Cuando pudo moverse a su gusto, y con una referencia fija en el área, se mostró como opción de ataque y asistió de gran manera a Agüero para descontar y ponerle dramatismo a los últimos minutos.

Al final Argentina cayó derrotada 4 – 3 ante Francia.