Cuando parecía un hecho el regreso a las conversaciones políticas de la delegación chavista con la oposición, que iban a volver a Oslo, Nicolás Maduro ha anunciado este viernes que se retira de la mesa de negociaciones.
El líder chavista también afirmó que “no nos veremos más las caras” con los delegados de Juan Guaidó si este “no rectifica su postura entreguista” y su presunta intención de entregar la Guayana Esquiba, antigua posesión británica, un territorio selvático de la vecina Guayana que forma parte de un reclamo territorial histórico del Estado venezolano.
Poco antes, la vicepresidenta ejecutiva de Maduro, Delcy Rodríguez, había publicado en la televisión una conversación privada entre los venezolanos Vanessa Neuman, miembro de la Comisión de Defensa de los Estados Unidos, y Manuel Avendaño, asesor de Juan Guaidó.
Ahí conversaban sobre la necesidad de deponer el énfasis reivindicativo venezolano sobre el Esequibo para atenuar tensiones regionales y obtener apoyo político e internacional necesario para concretar la transición a la democracia.
“Creo en el diálogo, creo en la paz, pero no acepto traiciones”, dijo Maduro en unas declaraciones ofrecidas en el Palacio Blanco, en el centro de Caracas. La vicepresidenta Rodríguez apareció poco antes en la televisión estatal flanqueada del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, en la cual se acusó a Guaidó “y a su organización criminal”, de comandar un proceso entreguista y antivenezolano en contubernio con intereses imperiales. Padrino afirmó que “el sol de Venezuela nace en el Esequibo”, apoyándose en un viejo lema de los cuarteles venezolanos.
El fiscal general del chavismo, Tarek William Saab, anunció una investigación en contra de Neuman y Avendaño. Ya lo había anunciado contra el propio Guaidó. Avendaño estaba solicitando esa misma noche asilo político en la embajada de Chile en Caracas.
Al desestimar las acusaciones de Maduro, Guaidó recordó el número de acuerdos legislativos a favor de la soberanía del Esequibo promovidos por los partidos de la oposición, y acusó al fiscal Saab de ser un instrumento de Maduro para “distraer la atención” de la crisis creada por el chavismo.
Lo único que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, le exige a la oposición majunche venezolana, para seguir con el diálogo, es una pizca de patriotismo, que no sea tan lambiscona. Creo que no es mucho pedir.
Que alguien ayude a VeneUela y SAQUEN A MADURO…FUERA MADURO.basta de represion