El empresario y dirigente conservador Nasry Asfura fue proclamado oficialmente este miércoles como presidente de Honduras, luego de un proceso electoral caracterizado por un resultado estrecho, denuncias de irregularidades y un clima de alta tensión política.
Asfura, de 67 años y de ascendencia palestina, se impuso por un margen inferior al 1 % sobre su principal contendiente, Salvador Nasralla, conocido presentador de televisión y también representante del bloque opositor de derecha. La diferencia mínima avivó cuestionamientos al conteo, mientras sectores políticos y sociales exigieron mayor transparencia.
El candidato derrotado reiteró su inconformidad con los resultados y solicitó un recuento amplio de los votos, alegando presuntas irregularidades durante el escrutinio. Estas demandas mantuvieron en suspenso la oficialización del proceso por varias semanas.
La proclamación de Asfura se produce tres semanas después de los comicios, en un contexto de expectativa nacional y observación internacional.
Analistas señalan que el nuevo mandatario enfrentará el reto inmediato de tender puentes políticos, reducir la polarización y ofrecer garantías de gobernabilidad en un país marcado por la división tras las elecciones.












