El guitarrista y compositor español Manolo Sanlúcar, uno de los maestros innovadores de la guitarra en el siglo XX como Paco de Lucía o Tomatito, falleció este sábado a los 78 años, confirmaron a la agencia de noticias EFE fuentes del Ayuntamiento de su ciudad natal, Sanlúcar de Barrameda (sur).
Desde los 13 años acompañó a cantaores de todos los estilos y fue referente en el mundo del flamenco, entre otros, tocó con figuras del flamenco clásico como La Niña de los Peines, su madrina artística, Pepe Pinto, Pepe Marchena o La Paquera de Jerez.
Con más de una veintena de discos, en 1988 publicó Tauromagia, ejemplo de la unión flamenco-fiesta de los toros, dedicada a diez figuras relacionadas con el mundo taurino.
Grabó junto a Rocío Jurado y Juan Peña Lebrijano la primera ópera andaluza, “Evangelio gitano”, que él mismo compuso, interpretó, dirigió y produjo.
Entre sus numerosas actuaciones destacan las del Teatro Carnegie Hall de Nueva York en 1990 y su estreno en Japón de la obra sinfónica “Aljibe” (1992), con una excelente acogida.
Participó en el II Festival Internacional de Flamenco de París en el año 2006 y dos años más tarde interpretó, junto a la Orquesta Sinfónica de Córdoba, “La voz del color” en el Auditorio Nacional de Música, obra en la que homenajeaba la obra pictórica del artista sevillano Ressendi.

Considerado uno de los artífices del nuevo flamenco, entre sus principales composiciones destacan “Medea”, producida para el Ballet Nacional y que adaptó para guitarra años más tarde, o “Locura de briso y trino”(1998), en honor a Lorca, así como la obra sinfónica “Música para ocho monumentos”.
También fue director musical de la película “Sevillanas” (1992), dirigida por Carlos Saura, con quien repitió colaboración en “Iberia” (2005) y “Flamenco, flamenco” (2009).
Manolo Sanlúcar dedicó quince años a construir su “enciclopedia audiovisual del flamenco” y, para ello, en el 2013 dejó los escenarios y estuvo siete años sin tocar la guitarra ni siquiera en privado.
Entre los numerosos reconocimientos que recibió, están la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2015) y el Premio Nacional de la Música (2000), el Premio de Honor Extraordinario de la Asociación española de Críticos de Arte Flamenco, o la Medalla de Oro de Andalucía, su región natal.