El ex presidente de Argelia Abdelaziz Bouteflika murió este viernes a los 84 años de edad, anunció la televisión pública citando un comunicado de la presidencia. Fue víctima de una larga enfermedad que le impidió hablar y moverse en el último lustro.
“Muere el ex presidente Abdelaziz Bouteflika”, indicó una cinta transmitida por la televisión argelina.
El ex hombre fuerte dejó el poder en abril de 2019 bajo presión de los militares, después de semanas de protestas en contra de sus planes de aspirar a un quinto período al frente del gobierno. Desde su salida del poder, permaneció recluido bajo cuidados médicos en su residencia de Zeralda, al oeste de Argel.
Bouteflika murió “a las 22:00 (21:00 GMT) en su lugar de residencia”, según la red privada El Hayet TV.
El ex mandatario, que se unió a la lucha armada contra la independencia argelina de Francia siendo muy joven, dirigió el país desde el año 1999.
El hombre padecía las consecuencias de un derrame cerebral que sufrió en el año 2013, lo que le dejó inhabilitado y provocó que se le viese en público en limitadas ocasiones. No obstante, se mantuvo en la Presidencia hasta 2019, cumpliendo casi 20 años en el cargo.
Bouteflika no había dado señales de vida desde que el movimiento contestatario popular del “Hirak” y las fuerzas armadas lo obligaron a renunciar. En esa ocasión hizo una última aparición en la televisión para anunciar que dejaba el cargo.
Conocido en su país como “Boutef”, el ex presidente ayudó a llevar la paz a Argelia tras más de diez años de guerra civil en la década de 1990.
Sin embargo, enfrentó críticas de grupos de derechos humanos y opositores que lo acusaron de autoritarismo y represión. Con todo, sobrevivió a la Primavera Árabe que depuso a otros gobiernos del norte de África entre 2010 y 2011.
Hijo de una acomodada familia de Tlemcen, Buteflika inició su carrera a los 19 años en las filas del llamado Ejército de Fronteras, la milicia vinculada al Frente de Liberación Popular que se levantó y lideró la guerra de independencia de África (1956-1961), una de las más sangrientas del continente.
En 1963, con solo 26 años, fue nombrado por el presidente Ben Bella ministro de Asuntos Exteriores, cargo que desempeñaría durante 15 años defendiendo los postulados del socialismo árabe. Simpatizante de la causa palestina y el movimiento de los países No Alineados, su papel fue fundamental en el reconocimiento de la República Árabe Democrática Saharaui, lo que supuso la ruptura de relaciones con Marruecos y un conflicto bilateral que todavía continúa.
Buteflika se eternizó en el cargo ganando las elecciones del 2009 y el 2014 tras modificar el límite de mandatos impuesto por la constitución.
Un enajenado moderno, qie no supo si creerle a mahoma ek representante de sstanas en la tierra, o definirse por el Cristianismo del Dios Verdadero, le ayudó su millonaria familia, de otra manera hibiese sido, don nadie.