Al menos seis militares murieron y tres más resultaron heridos el jueves como consecuencia de la detonación de un área preparada previamente con artefactos explosivos por presuntos disidentes guerrilleros, en el noroeste de Colombia, informó el Ejército.
Los militares fueron atacados presuntamente por estructuras del Estado Mayor Central, una disidencia de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al acuerdo de paz firmado en 2016 con el Estado, agregó el comunicado.
El ataque ocurrió cuando los militares cumplían una operación contra el Clan del Golfo —el cártel de drogas activo más grande del país— en la zona rural de Valdivia, un pequeño poblado de 14.000 personas, ubicado en el departamento de Antioquia. En la zona también opera la disidencia de las FARC.
El Ejército no informó de inmediato sobre la condición médica de los heridos.
El gobierno de Gustavo Petro —primer presidente de izquierda en el país— sostiene diálogos de paz con la disidencia Estado Mayor Central, con la que ha acordado un cese al fuego bilateral en buena parte del país.
El presidente lamentó la muerte de los militares desde su cuenta de X, antes Twitter: “Más jóvenes muertos en la guerra de la codicia… mi sentido pésame a sus familias de colombianos y colombianas decentes”.
El Ejército indicó que el ataque con explosivos a los militares constituye “una violación flagrante a los acuerdos y protocolos establecidos en el cese al fuego acordado” y advirtió que instaurará denuncias penales por lo que considera una “violación a los Derechos Humanos e infracciones a las normas del Derecho Internacional Humanitario al usar artefactos explosivos improvisados”.