Mijares relata la odisea que fue conquistar a Lucero

El famoso cantante, Manuel Mijares, ha relatado lo difícil y la gran odisea que resultó el conquistar a su exesposa, Lucero, la guapa cantante y actriz que es madre de sus dos hijos, confesando que por mucho tiempo no le respondía a sus llamadas y que lo rechazaba.

Mijares contó que en 1987 mientras rodaba Escápate conmigo con la artista, él sintió que a ella le gustó pero no le hizo mucho caso pues era muy joven, pues tenía 17 y él 25

Ahí conocí a Lucerito, cuando hacemos la película, ahí nos gustamos mucho y empezó algo, no hubo nada, yo siento que le gustaba y a mí me encantaba, pero estaba muy chiquita, tendría 17 años. Cuando la vuelvo a ver, tendría 25 y dije: ‘Chúpale pichón, caray'», contó Mijares.

Unos años después el interprete de Soldado del Amor y la de Electricidad se reencontraron y él trató de conquistarla, pero ella se «vengó» y rechazaba sus llamadas, por lo que no llegaron a nada en ese momento.

Ella me la aplicó, como no pelé yo mucho en la película, me hizo darle vueltas, hasta que caímos. Use técnicas muy personales, estrategias, la estuve buscando, me decía ‘háblame luego’ y no contestaba», explicó Mijares.

El enojó no disminuyó y cuando interpretaron juntos Cuatro veces Amor él siguió insistiendo y ella negándose a hacerle caso, incluso lo regañó.

Ella seguía enojada, tenía trabajo hasta arriba, estábamos en un foro de Televisa, pero ella estaba en otro haciendo una telenovela, hicimos las fotos y me acuerdo que me regañó ahí», recordó.

Tras esto las cosas siguieron un poco frías pero un par de años después se reencontraron, ambos con sus respectivos familiares, por lo que pudieron relajarse y hablar, iniciando así su historia de amor.

Tras un año saliendo se comprometieron, poco después se casaron y aunque mucho se dijo que estaba molesto durante la ceremonia de su unión el explicó que se debía a que estaba muy nervioso.

Pensamos que era una bonita forma de que la gente que nos había apoyado en nuestras carreras pudiera ver la boda y era nuestro agradecimiento (…) Yo estaba nerviosísimo, no estaba enojado, estaba sudando, me salía de la frente, pasó por donde tenía y me llegaba a los tobillos», concluyó