El inigualable cantautor guatemalteco, Ricardo Arjona, protagonista de tantos auditorios y estadios repletos de admiradores que disfrutan al son del cantante, se llevó una dura sorpresa en los últimos días en Nueva York.
Y es que bien una de sus canciones menciona una frase que en ocasiones se apega a circunstancias de la vida “el pasado con sed y el presente es un atleta sin pies”, el cantante se llevó una pequeña decepción, tras haber realizado una breve presentación en el metro de Nueva York y pasar completamente desapercibido.
Fue a través de su cuenta de Instagram, donde el cantautor guatemalteco compartió su triste experiencia e incluso dejó ver un video del momento.
“Mentiría diciendo que me fue bien cantando en el metro de New York”, comenzó a narrar Arjona, quién posteriormente añadió que no todo estuvo perdido, pues una mujer estuvo muy cerca de descubrir su identidad pero creyó que era un imitador.
En el audiovisual a blanco y negro se puede apreciarse a Ricardo Arjona sentado dentro de las instalaciones del metro con su guitarra en mano y observando de reojo a las personas que lo pasaban de largo.
“Lo mejor que me pasó fue una señora Mexicana que me dijo que era el imitador de Arjona pero que yo era demasiado alto, que el verdadero Arjona era muy chaparrito”, destacó el artista desde sus redes sociales.
A pesar del panorama, los fans del cantautor no dejaron que su ánimo decayera y le externaron que en caso de que ellos hubieran estado presentes, no habrían desaprovechado la oportunidad de acercarse.
Por lo que, comentarios desde: “Perooooo que dicha los que pasaron por allí… Porque no viene a cantar por los metros Argentinos prometemos público fiel y a explotar los rincones de gente” hasta “Nooooooooooo pero por qué uno no tiene la fortuna de conseguir en la calle vale!!! Lloraría de emoción….”, no dejaron de inundar su publicación.
Algo que caracteriza la trayectoria de Arjona han sido las letras de sus canciones, las cuales han sido duramente criticadas en varias ocasiones y tildadas de machistas.
En 1985, durante su paso por Argentina, donde en su juventud se ganó la vida como artista callejero (cantaba en la peatonal Florida), Arjona conoció a la puertorriqueña Leslie Torres, con quien se casó en Las Vegas en 1992 para luego radicarse en México.