Un adolescente colombiano indocumentado fue arrestado la semana pasada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tras atropellar fatalmente a Kaitlyn Weaver, una joven de 24 años, en Aurora, Colorado. El menor, de 16 años, permanece bajo custodia de ICE mientras enfrenta un proceso de deportación junto a su familia, quienes también habrían ingresado a Estados Unidos de manera irregular, según confirmó la Casa Blanca.
En un mensaje publicado en la red social X, la Casa Blanca afirmó: “Un extranjero ilegal mató a Kaitlyn Weaver mientras conducía imprudentemente a 90 millas por hora sin licencia”. La publicación criticó duramente la decisión de la Fiscalía local de conceder libertad vigilada al adolescente, destacando que “el ICE lo arrestó a él y a su familia entera de extranjeros ilegales. Ahora afrontan la deportación”.
El joven, cuya identidad se mantiene en reserva por ser menor de edad, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía del 18.º Distrito Judicial de Colorado para evitar la prisión, comprometiéndose a cumplir con libertad bajo fianza y realizar servicios comunitarios. Sin embargo, ICE insistió en que este tipo de delitos deben derivar en arresto y expulsión del país.
La tragedia ocurrió en julio de 2024, cuando Weaver estaba detenida en una señal de alto y fue impactada lateralmente por un Jeep conducido por el adolescente colombiano, quien iba a exceso de velocidad acompañado de otros menores. Tras el accidente, Weaver permaneció con soporte vital durante dos días antes de fallecer; sus órganos fueron donados.
Medios como FOX News informaron que el adolescente tiene una solicitud de asilo pendiente, pero autoridades migratorias recalcaron que eso no impide su arresto. Stephen Miller, exasesor de Donald Trump, aseguró que “la familia entera será deportada”, aunque aún no se ha revelado el número total de sus integrantes.
El caso ha generado debate nacional sobre las políticas migratorias, la aplicación de la ley y la gestión de menores extranjeros en conflicto con la justicia.