Un hombre fue decapitado este viernes por la tarde cerca de París y su presunto agresor fue abatido por la policía, dijo la fiscalía nacional antiterrorista, que investiga el caso. Los hechos ocurrieron alrededor de las 17:00, cerca de una escuela, según fuentes policiales.
La fiscalía nacional antiterrorista abrió una investigación por “asesinato en conexión con una empresa terrorista” y “asociación criminal terrorista”.
La policía de la localidad de Conflans Saint-Honorine, a unos 50 kilómetros al noroeste de París, fue alertada por la presencia de un individuo sospechoso que merodeaba por una escuela, indicó la fiscalía.
Al llegar, la policía descubrió a la víctima decapitada a 200 metros de la escuela. Trataron de detener a un hombre que llevaba un cuchillo, pero éste los amenazó, por lo que los agentes le dispararon. Minutos más tarde, las autoridades informaron que el sospechoso murió como consecuencia de sus heridas. Poco después, el atacante fue identificado como una persona de nacionalidad argelina, de 48 años.
Se estableció un perímetro de seguridad y se llamó al servicio de desminado ante la sospecha de que el hombre llevara un chaleco explosivo. Autoridades policiales aconsejaron a los ciudadanos evitar acercarse al área.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, que estaba en Marruecos, decidió volver a París inmediatamente luego de hablar con el primer ministro Jean Castex y el presidente Emmanuel Macron. El mandatario se unirá a un grupo de crisis creado por el ministerio del Interior, indicó el ejecutivo.
Según los primeros elementos de la investigación, siguiendo al periódico Le Parisien, la víctima decapitada era un profesor de historia y el autor del crimen el padre de un alumno. Este medio consignó que la víctima había dado recientemente una lección a sus alumnos sobre la libertad de expresión y había mostrado las caricaturas de Mahoma.
En tanto, fuentes policiales le indicaron a la agencia Reuters que testigos de la escena escucharon al hombre gritar “Alá es grande” al momento del hecho, y están verificando la información.
El hecho es el último de una serie de episodios en el país galo donde militantes islamistas atacaron -o buscaron hacerlo- personas por publicar o mostrar imágenes de Mahoma, el máximo profeta de la religión y cuya representación está prohibida por esa fe.
Los incidentes con mayor repercusión fueron aquellos relacionados con la revista satírica Charlie Hebdo. La famosa publicación fue objeto de un atentado de esta naturaleza el 7 de enero de 2015, cuando 12 personas fueron asesinadas luego de publicar en una de sus ediciones caricaturas de Mahoma.
En septiembre de este año, en tanto, tuvo otro ataque en las inmediaciones de la que era la redacción original, que ahora se mantiene en secreto por razones de seguridad. En ese entonces, dos personas fueron gravemente heridas, y el perpetrador confesó luego de ser aprehendido que efectivamente buscaba a miembros de la publicación.
Pocos días antes, el grupo yihadista Al Qaeda había amenazado al semanario satírico con otra masacre después de que volviera a publicar las caricaturas de Mahoma que motivaron el primer ataque.
En paralelo a estos últimos episodios se está desarrollando el proceso contra los cómplices del atentado de 2015. En concreto, 14 personas están acusadas de haber ayudado e instigado a los autores materiales de los hechos, abatidos en el marco del ataque.