El Gobierno de Venezuela solicitó este martes el apoyo del secretario general de la ONU, António Guterres, ante lo que calificó como “amenazas” de Estados Unidos y expresó su preocupación por el despliegue de unidades militares, e incluso posibles «armas nucleares», en el Caribe.
El canciller venezolano, Yván Gil, señaló que Caracas espera que Guterres contribuya a “restablecer la sensatez” en la región latinoamericana y caribeña, declarada “zona de paz” en 2014, frente a lo que consideran maniobras estadounidenses que ponen en riesgo la estabilidad.
Estas declaraciones se produjeron durante un encuentro con el coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla, una semana después de que Estados Unidos advirtiera que está preparado para “usar todo su poder” para frenar el flujo de drogas hacia su país, lo que incluye el envío de buques y soldados a aguas del Caribe cercanas a Venezuela.
Además, Washington elevó recientemente a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente Nicolás Maduro, acusado de violar las leyes estadounidenses sobre narcóticos.
El canciller Gil aseguró que la administración del presidente estadounidense Donald Trump está “atentando contra la paz” en la región, utilizando lo que calificó como “falsas narrativas” para justificar posibles agresiones contra Venezuela.
Sumado a esto, Curazao confirmó que este jueves 28 de agosto arribará a la zona el destructor USS Jason Dunham de la Armada de Estados Unidos, como parte de la flota desplegada en la región para operaciones internacionales contra el terrorismo y el tráfico de drogas. El primer ministro curazoleño, Gilmar Pisas, hizo un llamado a la calma y enfatizó que la presencia militar estadounidense tiene un carácter preventivo, sin indicios de combate directo.