México vive «una auténtica democracia» y «revirtió la decadencia» del periodo «neoliberal» de las tres décadas anteriores fueron parte de los mensajes del discurso que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ofreció este domingo, primero de septiembre, en el penúltimo acto masivo del mandatario, que entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el primero de octubre.
Su sexto informe de Gobierno, último balance sobre el estado general de la Administración pública, fue el más largo del sexenio (2018-2024), como lo había advertido.
En el Zócalo de Ciudad de México, ante cientos de miles de simpatizantes, su discurso comenzó con: «Ahora, afortunadamente, estamos viviendo en una auténtica democracia, construyendo una patria nueva, enaltecida, fraterna».
Y expresó:
Hoy rindo ante ustedes y ante el pueblo y la nación mi último Informe de Gobierno, y lo hago más convencido que nunca de que lo mejor de México es su pueblo, heredero de civilizaciones, que florecieron desde mucho antes de la llegada de los invasores europeos
El presidente sostuvo que, gracias los valores heredados por las civilizaciones indígenas, se explica que lograra «relativamente pronto fincar las bases para iniciar una etapa nueva, que ya se conoce e identifica como la Cuarta Transformación de la vida pública de México».
Argumentando que los mexicanos son herederos «de un pasado grandioso y de una historia excepcional y profunda», explicó por qué pudo revertir «la decadencia que se produjo con la política neoliberal».
Además, el gobernante mexicano mencionó a héroes de la historia como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas.
Con sus ideales, resaltó, presentó 20 reformas a la Constitución el 5 de febrero pasado para “restituir a la carta magna el sentido revolucionario” y contrarrestar 36 años del “nefasto periodo neoliberal”, en el que hubo leyes para «el despojo y la entrega de bienes de la nación».
También dijo:
Con este ideario, comenzamos nuestro gobierno hace casi seis años, lo primero que hicimos fue reformar la Constitución, hasta donde se pudo, y promover leyes para frenar la política antipopular, entreguista y corrupta que se había impuesto y legalizado por el predominio de un poder oligárquico