Responsables de las ramas evangélicas, católicas y protestantes han canalizado el sentir de parte de sus comunidades solicitando que se inicie un juicio político contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a través de un comunicado. Hasta 380 religiosos apoyan esta petición, ya que consideran que el mandatario es culpable de “crímenes de responsabilidad” por su gestión de la pandemia.
Bajo una misma acusación, diferentes facciones del cristianismo han unido esfuerzos para exigir la apertura de un ‘impeachment’ que acabe con la destitución de Bolsonaro. Además de obispos, pastores o sacerdotes, 17 movimientos cristianos subscriben el comunicado que el grupo ha presentado en la Cámara de Representantes.
En una rueda de prensa, la dirigente del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil, Romi Bencke, ha explicado que la inacción del líder brasileño ante la crisis sanitaria es el motivo de esta solicitud de moción. “El motivo principal de esta petición es la ausencia total de iniciativas por parte del Gobierno para disminuir o contener los impactos de la pandemia», ha asegurado Bencke.
La cuestión es que el responsable de tomar la decisión final sobre un potencial juicio político contra la persona del presidente es el presidente de los Diputados. Actualmente Rodrigo Maia es el que ocupa este cargo y, pese a que considera que Bolsonaro debe rendir cuentas por su omisión de responsabilidad, cree que un proceso de destitución agravaría la crisis sanitaria de Brasil. Maia piensa que una paralización del gobierno sería catastrófica para el país.
El contexto actual del Amazonas -donde hay escasez de oxígeno y se ha tenido que exportar tanques desde Venezuela- es lo que está potenciando que gran parte de la sociedad civil contemple la idea de reemplazar al presidente. Durante los últimos meses, se han registrado 61 peticiones de juicio político contra el jefe de Estado, de las que ya se han denegado cinco y están a la espera de una decisión las 56 solicitudes restantes.
50 ciudades brasileñas protestaron contra Bolsonaro el pasado sábado
Todo el espectro político se movilizo el sábado en Brasil. Tanto movimientos ciudadanos de derechas como de izquierdas salieron a las carreteras, formando multitudinarias caravanas en más de 50 localidades del país. Estas marchas denuncian exactamente lo mismo que las cabezas religiosas, la inoperancia del Gobierno frente al fuerte avance de la pandemia en Brasil.
En Río de Janeiro, Meggy Fernades, ciudadana brasileña, lamentó haberle votado en los pasados comicios presidenciales. “Me repugna a ver votado por él, está haciendo un terrible daño a la nación”, dijo Fernandes al diario El Economista.
Otra de las acusaciones señala los subsidios para desempleados que se repartieron el año anterior, y que el presupuesto para el 2021 ni siquiera contempla. Los manifestantes no entienden cómo es posible que no se vayan a volver a distribuir entre las personas en situación más vulnerable, cuando en 2020 se destinaron 66 millones para la causa.
No solo la ciudadanía está exigiendo un juicio político en Brasil. La semana pasada, un bloque opositor ya planteó que Bolsonaro se sometiese a un proceso de ‘impeachment’. La insostenible situación del sistema sanitario en la zona amazónica fue la principal razón que expusieron.
El presidente sufre sus peores datos de aceptación según una encuesta del pasado viernes
Un sondeo realizado por la encuestadora Datafolha, la pérdida de apoyos de Bolsonaro por el manejo de la pandemia es muy grande. De un rechazo del 32% en diciembre, el porcentaje de descrédito del mandatario se ha incrementado hasta el 40% entre los brasileños.
Pero a finales del año 2020, el dato de encuestados que rechazaban que se abriera un juicio político contra Bolsonaro era menor que el de este nuevo sondeo. Si en la anterior, el 50% consideraba que no debía someterse a un proceso de destitución, ahora es un 53% los que están en contra de que se juzgue al presidente.
Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, Brasil está a punto de superar los 9 millones de infectados, mientras que continúa siendo el segundo país del mundo con más fallecimientos por el Covid-19: un total de 218.878.
SE LE FUE DE LAS MANOS LA “ GRIPITA”. AQUÍ LOS DIPUTADOS Y LA SALA DESEAN QUE ESTUVIÉRAMOS IGUAL,PUES DICTAN LEYES CONTRARIAS AL BIEN COMÚN Y LA SALUD PÚBLICA.
Se dice «Juicio Politico» Impeachment es una descomposicon de nuestro lenguaje. Por favor senores de la Pagina, no cometamos estas barbaridades