El acuerdo migratorio alcanzado el viernes entre los gobiernos de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido recibido con fuertes críticas por parte de activistas y abogados de inmigración, que además advirtieron de que va a generar más problemas legales para los inmigrantes que piden asilo en la frontera.
Según el pacto, México autorizará la entrada de migrantes “mientras esperan la resolución de sus solicitudes de asilo” en los tribunales estadounidenses y el gobierno de Washington “se compromete a acelerar la resolución de sus casos y proceder con los procesos lo más expedito posible”.
Pese al optimismo mostrado el fin de semana por Estados Unidos y México, abogados advierten que los migrantes que esperan en México a partir de ahora no solo tendrán más dificultades para preparar sus casos y obtener asistencia legal, sino también para apelar fallos adversos.
“Es posible que no tengan la posibilidad de una entrevista de temor creíble y, además, no podrán presentar sus casos ante la unidad de asilo. Terminarán directamente en el tribunal y eso hace que el caso sea mucho más difícil. No tendrán posibilidad de apelar los casos denegados, pues sin dinero para un abogado de apelaciones eso no es posible”, dice Rebeca Sánchez-Roig, una abogada de inmigración que ejerce en Miami, Florida, y que durante 15 años se desempeñó como fiscal de inmigración del Departamento de Justicia.
La desesperanza también inquieta. “Puede haber inmigrantes que simplemente se cansen de esperar e intenten cruzar la frontera a través del uso de coyotes u otros medios”, advierte. “Algunos inmigrantes realmente pueden encontrar trabajo y una nueva vida en México, si se les permite permanecer allí y no sigan con sus casos. Y otros terminarán regresando a sus hogares de donde huyeron, porque la espera va ser demasiado larga”.
“No hay duda que permanecer en México para esperar a que proceda su proceso legal tendrá un impacto negativo en los casos. Y si vienen buscando asilo, como lo hacen todos, a la mayoría no se les otorgará el beneficio porque la base de sus reclamaciones no está dentro del alcance de las leyes. El asilo político es un proceso complicado y muchos inmigrantes no lo entienden así. El gobierno puede proceder de forma rápida con los casos y denegar de manera expedita las solicitudes. O bien demorará intencionalmente los procesos para que los inmigrantes se cansen y se den por vencidos”, señala.
En cuanto a las razones de la crisis, Sánchez-Roig dice que Trump culpa a México por los problemas siendo que el vecino del sur no los ha causado.
“La causa es que por cada inmigrante que cruza ilegalmente a Estados Unidos hay un ciudadano americano o un residente legal permanente esperando a emplearlo. Hay muchos trabajos en Estados Unidos que nuestros ciudadanos no quieren hacer. Por ejemplo, en el campo, las fincas. Es el indocumentado el que siembra y cosecha las frutas y las verduras que consumimos. Son ellos los que pasan de 10 a 12 horas diarias bajo un sol abrasador y un calor de 100 grados Fahrenheit para que el pueblo estadounidense disfrute de los tomates, las fresas, las lechugas, etc. La política de Trump no solo perjudicará a los inmigrantes que buscan refugio en nuestro país, también perjudicará a nuestra economía porque no quiere entender que el estadounidense promedio no quiere trabajar en la recolección de cultivos”.
EE.UU. ampliará inmediatamente la implementación de protocolos existentes de protección de migrantes en toda la frontera sur: quienes crucen la frontera en busca de asilo serán regresados a México, donde esperarán la adjudicación de su reclamo de asilo. https://t.co/YopXzTOega
— Embajada EEUU en ES (@USEmbassySV) June 10, 2019
Silencio judicial
Hasta ahora, el Departamento de Justicia guarda silencio sobre los procesos, las demoras, el retorno de solicitantes de asilo a México (MPP) y el acuerdo firmado con el vecino del sur.
“La Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) ha sido extremadamente callada con respecto a cualquier detalle de este programa”, dice a Univision Noticias Dana Leigh Marks, presidenta honoraria de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración de Estados Unidos (NAIJ). “Tiene muchos problemas, el peor de los cuales es el hecho que no hay acceso a asesoramiento legal probono”.
En marzo del 2016 el grupo de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) señaló que el entonces gobierno de Barack Obama seguía, dos años después de que estallara la crisis en la frontera, dando a los migrantes que huyen de Centroamérica y que buscan asilo en Estados Unidos, un trato “esquizofrénico”.
“Y todo indica que quienes vienen buscando protección todavía no tienen una oportunidad real de preparar y ganar sus casos en las cortes de inmigración”, dijo Clara Long, investigadora principal para Estados Unidos de HRW.
Con información de Univisión