Las Bermudas y las Provincias atlánticas de Canadá esperan la llegada del huracán Fiona que por estos días amenaza al Caribe. Su fuerte paso por Puerto Rico dejó a los isleños con los caminos anulados y cientos de personas varadas y sin electricidad.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC sus siglas en inglés) la tormenta aún tendrá fuerza de categoría 4 cuando llegue a las Bermudas a primera hora del viernes. Posteriormente, azotará el extremo oriental de Canadá a primera hora del sábado, como un ciclón extratropical.
Al mediodía de hoy, Fiona registraba vientos máximos sostenidos de 215 km/h (130 mph), de acuerdo con el NHC. Se ubicaba a 660 kilómetros (410 millas) al suroeste de Bermudas y avanzaba en dirección norte-noreste a 24 km/h (15 mph).
“Será una tormenta muy grande cuando toque tierra. Abarcará un área bastante grande”, aseguró Bob Robichaud, meteorólogo del Centro Canadiense de Huracanes.
Tras el paso de Fiona por Puerto Rico -que tocó suelo siendo de categoría 1-, las autoridades canadienses se preparan para hacer frente a posibles inundaciones, deslaves, marejadas ciclónicas y hasta cortes de energía.
Ayer, la Casa Blanca emitió una Declaración de Desastre Mayor para Puerto Rico, lo que le permite activar las ayudas económicas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de asistencia pública para ofrecer servicios y trabajos de emergencia a los damnificados. También, envió cientos de operarios adicionales para ayudar a los funcionarios locales.
Entre tanto, para hacer frente al 73% de la población que aún permanece sin luz -debido al apagón generalizado en todo el territorio- y al 41% que no tiene acceso al servicio de agua, las autoridades trabajan con grupos religiosos, ONG y voluntarios para llevar comida, agua y medicamentos a pie a quienes más los necesitan. Cabe remarcar que la isla aún estaba en vías de recuperación tras los múltiples sismos de los últimos años.
Sin embargo, esta tarea se ve desafiada por los múltiples caminos que están obstruidos y dificultan la llegada de vehículos a zonas aisladas de Puerto RIco. Al menos seis municipios del territorio están en esta situación, calculó Nino Correa, comisionado de la Agencia Local de Gestión de Emergencias.
Manuel Veguilla, un vecino de la localidad de Caguas, comentó que está atrapado en su casa desde la llegada del huracán. “Estamos todos incomunicados”, relató a la par que expresaba su preocupación por los vecinos de mayor edad que encuentran serias dificultades para movilizarse a pie hasta la comunidad más cercana.
Veguilla recordó el paso de María, el huracán de categoría 4 que azotó a la isla hace 5 años y dejó casi 3.000 muertos. En aquel entonces, junto a los vecinos colaboró en la recolección de los escombros; sin embargo, en esta oportunidad explica que “los peñones no me los puedo echar al hombro”.
“Nuestros corazones están con el pueblo de Puerto Rico que tanto ha sufrido en los dos últimos años”, expresó Brad Kieserman, vicepresidente de operaciones y logística de Cruz Roja.
Ni las autoridades locales ni el Gobierno federal han estimado aún el costo de los daños causados en los últimos días.
Luego de tocar tierra en Puerto Rico, el huracán Fiona azotó a República Dominicana y las islas Turcas y Caicos. Las autoridades del país reportaron daños leves y no registraron decesos. “Dios ha sido bueno con nosotros y nos ha mantenido a salvo durante este período en el que podríamos haber tenido un resultado mucho peor”, afirmó la vicegobernadora, Anya Williams.