El presidente chileno, Sebastián Piñera, advirtió el miércoles que un rebrote de la violencia está alcanzando un punto crítico y que el país no cuenta con policías suficientes para mantener el orden tras 41 días de protestas incesantes.
Piñera aludió al tema tras una jornada de actos vandálicos en distintos puntos del país que incluyeron el saqueo e incendio de un hotel con pasajeros y empleados en el norte, ataques a tiendas y cortes de rutas.
“La delincuencia organizada le está causando un grave daño al país”, dijo Piñeira y añadió que desde el estallido social del 18 de octubre la “ola de violencia” ha dejado 2.210 policías heridos, y 188 cuarteles y 971 vehículos atacados.
Las movilizaciones también han dejado un saldo de al menos 26 muertos y miles de heridos, según la fiscalía.
«La violencia está causando un daño que puede ser irreparable al cuerpo y alma de nuestra sociedad», dijo el miércoles por la tarde el presidente en una declaración en el Palacio de La Moneda.
“Hoy día nuestros policías no cuentan con la dotación suficiente para cumplir con su misión”, admitió.
Miles de comercios, grandes y pequeños, han sido saqueados, muchos de ellos sin que la policía llegara al lugar para impedirlo.
El Ministerio del Interior informó que la policía arrestó a 915 personas el martes, mientras que el número de «eventos graves» durante la noche casi se había duplicado desde el día anterior.
El martes por la noche, una muchedumbre saqueó e incendió un importante hotel en la turística ciudad costera de La Serena, al norte de la capital. Hubo ataques similares contra oficinas comerciales, sedes de partidos políticos e instalaciones de un periódico en otras ciudades como Iquique, Valparaíso o Concepción.
El miércoles, varias estaciones del metro de Santiago fueron cerradas temporalmente ante las nuevas revueltas.
Piñera instó al Congreso a avanzar con los proyectos de ley que presentó hace algunas semanas para reforzar la seguridad y endurecer las sanciones contra saqueos, barricadas y acciones de personas encapuchadas durante las protestas.
La agudización de la violencia llevó además al peso chileno a caer 2,6% a un nuevo mínimo histórico frente al dólar. La moneda chilena ha perdido más de un 10% desde que comenzó el estallido social el 18 de octubre.
El genocida Piñera no le perdona al pueblo chileno que haya develado al mundo la MONUMENTAL ESTAFA que era el tan publicitado OASIS CHILENO, por lo que ha decido seguir asesinándolo, con el embuste de los saqueos, como en Colombia, un falso positivo.
PIÑERA renuncia! Es lo que los chilenos y chilenas exigen y así se detiene el desorden, PIÑERA RENUNCIA.