Las autoridades de California buscaban el motivo que impulsó a un individuo a matar a 10 personas el sábado por la noche en un club de baile de salón en una comunidad asiática de la zona de Los Ángeles durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar.
El sospechoso fue encontrado el domingo muerto por un disparo que hizo él mismo en una camioneta en la que según las autoridades huyó cuando la gente le impidió cometer otro tiroteo el mismo sábado.
El vehículo coincidía con las declaraciones de algunos testigos y cuando los agentes se acercaron para contactar con el ocupante oyeron un disparo procedente del interior del coche. El conductor se había disparado a sí mismo, según el comisario del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
El tiroteo se produjo sobre las 22.22 hora local del sábado (06.22 GMT de hoy, domingo) en una sala de baile de Monterey Park, a unos 13 kilómetros al este de Los Ángeles.
Luna indicó en conferencia de prensa que cuando los agentes llegaron al lugar declararon muertas a diez personas. Otras diez personas fueron trasladadas heridas a distintos hospitales de la zona, algunas de ellas en estado crítico.
Cinco de las víctimas mortales eran hombres y las otras diez mujeres.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el domingo que las banderas en los edificios públicos de todo el país ondeen a media asta hasta el 26 de enero para honrar a las víctimas del tiroteo en California, que dejó 10 muertos.
Esta orden del mandatario es “una señal de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido perpetrados el 21 de enero de 2023 en Monterey Park, California”, señaló un comunicado de la Casa Blanca.
Las autoridades todavía no pueden determinar que se haya tratado de un “crimen de odio”: “Todo está sobre la mesa. No sabemos si esto es específicamente un crimen de odio definido por la ley, pero ¿quién entra en un salón de baile y dispara a 20 personas?”.
Otra de la variables que se estudian es si el ataque está relacionado con un incidente ocurrido unos 20 minutos después en el vecino suburbio de Alhambra, al norte de Monterey Park, también en una sala de baile y en el que los presentes lograron desarmar al agresor, que huyó sin disparar.
Este domingo En Monterey Park, donde según datos oficiales un 65,5% de los residentes son de origen asiático, se habían reunido horas antes miles de personas para celebrar el Año Nuevo Chino. El festival estaba previsto que continuara e, pero ha sido suspendido.
“Que todo el mundo tenga claro que nuestro departamento de Policía seguirá protegiendo cada día la seguridad de los que viven en Monterey Park”, añadió el alcalde, Henry Lo, en esa intervención conjunta ante los medios.
Se trata del quinto tiroteo masivo en Estados Unidos este mes y el más mortífero desde que 21 personas murieron en una escuela de Uvalde (Texas), según la base de datos de The Associated Press/USA Today sobre asesinatos masivos en Estados Unidos. La última violencia se produce dos meses después de que cinco personas murieran en un club nocturno de Colorado Springs.
La violencia armada es un problema enorme en Estados Unidos, que el año pasado registró 647 tiroteos masivos, según el sitio web Gun Violence Archive, definido como un incidente con cuatro o más personas heridas de bala o muertas, sin incluir al tirador.
Más de 44.000 personas murieron por heridas de bala en 2022, de las cuales más de la mitad fueron suicidios.
El país tiene más armas que personas: uno de cada tres adultos posee al menos un arma y casi uno de cada dos adultos vive en un hogar donde hay un arma.