Más de cuatro millones de personas han vuelto a sus puestos de trabajo esta semana en España, donde se ha reanudado de manera parcial la actividad laboral. El primer paso hacia la normalización.
Según el Gobierno, el país ya ha pasado lo peor. «Hemos alcanzado el pico de la epidemia y el objetivo que tenemos esta semana es ya el de consolidar la segunda etapa, es decir, doblegar la curva», explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Pero la crisis sanitaria deja cifras devastadoras. Más de 18.000 muertos y al menos 26.000 médicos y enfermeros infectados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que España sigue en una situación complicada.
«Sería realmente tremendo pensar que ya hemos pasado [lo peor de la epidemia]. Todavía no. Todavía no lo hemos pasado y hay que seguir remando y muy fuerte porque sigue entrando agua en la barca y tenemos que achicar todos», advierte María Neira, directora de Salud Pública de la OMS.
Caminando a ciegas
Las residencias de mayores en España son el epicentro de esta crisis. Miles de ancianos han muerto en tan solo semanas. Uno de los factores que ha provocado que 14 de cada 100 muertos por coronavirus ocurra en este país.
En este sentido, la directora de la OMS señala que es necesario hacer un mapa de dónde están esas residencias, qué tipo de asistencia reciben y qué falló.
Por otro lado, desde distintos sectores se reclama la falta de análisis para identificar a los contagiados por coronavirus. La lucha internacional por conseguir tests ha dejado en mal lugar a España.
El Gobierno lleva semanas anunciado que va a realizar pruebas de coronavirus a la población. La prioridad son los grupos vulnerables, sin embargo, gran parte del país sigue caminando a ciegas, la mayoría sin poder determinar si ha estado infectado o no.
España está sumergida en la mayor crisis sanitaria en décadas. Diariamente mueren cientos de personas, pero muchos ya miran el ‘tsunami’ económico que se avecina.
La gran pregunta es qué camino tomar y cómo reanudar la actividad laboral sin que haya un repunte de muertos.
