La Fiscalía de Milán (norte de Italia) pidió hoy seis años de cárcel y la incautación de 10,8 millones de euros (unos 11,53 millones de dólares) para el ex primer ministro Silvio Berlusconi por un delito de soborno en actos judiciales.
La petición se ha realizado en el marco del proceso «Ruby Ter», que trata de esclarecer si el magnate sobornó a los testigos de otros procesos para que mintieran sobre lo que ocurría en sus fiestas.
No se espera que el fallo llegue antes de septiembre, según los medios italianos.
La Fiscalía también ha pedido cinco años de cárcel para la joven marroquí Karima El Mahroug, apodada «Ruby» y con quien el político mantuvo relaciones sexuales cuando ella era menor de edad, por perjurio y soborno en actos judiciales, y también en su contra pesa una solicitud de decomiso de 5 millones de euros.
Además, se han solicitado otras 26 condenas, entre ellas para veinte chicas, antiguas invitadas a las fiestas de Berluconi, cuyo silencio fue presuntamente comprado por el ex primer ministro.
El líder del partido ultraderechista italiano Liga, Matteo Salvini, criticó «que haya otro juicio y otra petición de condena para Berlusconi» y afirmó que la «Justicia cambiará» si sale adelante el referéndum de la reforma de la Justicia del 12 de junio, que entre otras cosas suprime la prohibición actual de ejercer cargos a los condenados en vía definitiva a más de dos años de cárcel.
El proceso «Ruby Ter» lo lleva el Tribunal de Milán (norte) pero, debido a sus amplias competencias, se ha desglosado en diferentes ramas en Turín, Pescara, Treviso, Monza y Siena.
En este último, el tribunal absolvió en octubre pasado a Berlusconi y al pianista de sus fiestas, Danilo Mariani, al considerar que no estaba probado que sobornase al músico para que no testificara en su contra.
En 2015 Berlusconi fue absuelto por el Tribunal Supremo italiano en el caso «Ruby» y después afrontó el «Ruby bis» en el que fueron condenados algunos de sus colaboradores.
El tres veces primer ministro, que superó la COVID-19 en 2020 y ha sido hospitalizado en diferentes ocasiones en los últimos meses por varios problemas, entre ellos cardíacos, no ha acudido a las vistas del juicio alegando problemas de salud.