La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó este martes la detención domiciliaria del expresidente y actual senador, Álvaro Uribe Vélez, por los presuntos delitos de soborno y manipulación de testigos. El tribunal investiga un caso en el que alrededor de una decena de testigo denuncian que recibieron compensaciones a cambio de ofrecer testimonios para favorecer a Uribe.
La decisión fue confirmada por el propio exmandatario Uribe quien, a través de sus redes sociales, dio a conocer la medida de aseguramiento en su contra. «La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la Patria», señaló Uribe al respecto.
La orden de detención, que podrá prolongarse por máximo un año, debe cumplirse de forma inmediata. Sin embargo, la medida admite reposición por parte de la defensa del expresidente, aunque tal recurso no congela los efectos de la resolución jurídica.
El caso se remonta a 2012
La investigación comenzó en el año 2012, cuando Uribe denunció al senador Iván Cepeda por supuestamente pedir a exparamilitares testificar en su contra a cambio de beneficios. Sin embargo, en 2018 la Corte archivó esta investigación contra Cepeda y abrió una nueva indagación, esta vez al propio exmandatario, por la presunta manipulación de testigos.
Durante las indagaciones, la Corte escuchó el testimonio de varios reconocidos exparamilitares, entre ellos Pablo Hernán Sierra alias ‘Alberto Guerrero’; José Gelvez Albarracín alias ‘El Canoso’; y Jesús Ignacio Roldan alias ‘Monoleche’.
Asimismo, exfiscales y políticos como la excongresista Piedad Córdoba y el propio senador Iván Cepeda, quien fue reconocido como «víctima» en el proceso, presentaron sus declaraciones ante el órgano judicial encargado.
Sin embargo, al expediente aún le restan algunas pruebas, por ejemplo, los testimonios pendientes de los jefes paramilitares Salvatore Mancuso y el Tuso Sierra, quienes fueron extraditados a EE.UU.
Uribe Vélez fue presidente de Colombia durante dos periodos, 2002 a 2006 y 2006 a 2010. Luego, en el 2018, fue electo como senador. Unos meses después, la Corte lo llamó a indagatoria. En este entonces, el expresidente anunció su renuncia al senado argumentando que se dedicaría a su defensa, pero a los pocos días se retractó.
El exmandatario tiene más 50 denuncias abiertas en la Comisión de Acusaciones y 28 ante la Corte Suprema de Justicia, y sus detractores esperan que sea investigado por otros presuntos delitos relacionados con escuchas ilegales, narcotráfico, homicidios, falsos positivos, paramilitarismo y masacres, entre otros.
Mirarse en ese ejemplo vanidosos del poder pasajero. Este hombre era lo máximo. Ultrapoderoso, apoyado por gloriosas fuerzas armadas de Colombia, gran defensor del sistema económico, mimado del gobierno de EEUU,de sus militares y la CIA. Y mírenlo.
Mandatarios y demás funcionarios de «alto nivel» cuando están en el poder se creen infalibles, después solo huyen y se esconden.
Estos gañanes son los consentidos de EE.UU masacradores del puieblo colombiano,asi como Iván Duke y sus paramilitares que son un escuadrón de la muerte que masacran a plena libertad…y con la complicidad de FGR y todo el organo judicial
Bueno todo se paga en esta vida y no solo se fue a su arresto domiciliario si no que tambien se fue infectado con el covid-19, ya esta confirmado por su Doctor de cabecera, asi que no piense que es un descanso al que lo mandaron a su residencia.