Las hermanas Kristina, de 19 años, Angelina, de 18 y María, de 17, han sido acusadas de asesinar a su padre Mikhail Khachaturyan, de 57 años, en Rusia.
Según los primeros informes policiales, las jóvenes habrían cometido el crimen cansadas de los abusos sexuales y maltratos que recibían por parte de su progenitor. Los efectivos indicaron que el cuerpo de Khachaturyan fue encontrado con «docenas» de heridas de arma blanca fuera de su vivienda en Moscú.
Khachaturyan ha sido vinculado con la mafia rusa como uno de sus jefes. De hecho, en el Audi Q7 del ahora fallecido, la policía encontró dos kilogramos de heroína junto con un arsenal de armas.
La policía en Moscú comentó a los medios de comunicación locales que las hermanas confesaron haber acabado con la vida de su padre, quien era un supuesto adicto a la heroína. «Solo queríamos que se fuera y nunca más regresara», mencionó Kristina, la mayor de las tres hijas de Khachaturyan.
Medios rusos indican que las hermanas mencionaron que el día del ataque, su padre las había amenazado con un cuchillo dentro de la casa. Una de ellas logró quitárselo y lo apuñaló mientras las demás la ayudaron.
Los amigos y vecinos de los Khachaturyan afirmaron que el padre tenía mal carácter y que su esposa lo había abandonado meses atrás debido a su abuso, mientras que un hijo, ahora estudiante en la Universidad de Moscú, había sido «expulsado» de la casa familiar. No se detalló el motivo de su alejamiento del hogar.
Según la agencia estatal de noticias TASS (Russian News Agency), las tres hermanas han sido acusadas de homicidio, lo que lleva a una pena máxima de entre 10 a 15 años de cárcel.
De tal palo tal astilla.