Javier Milei ingresará a la Casa Blanca para protagonizar la cita política más importante de su gira relámpago a Estados Unidos: en el Ala Oeste será recibido por Jake Sullivan, el consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden.
Sullivan es la pieza clave de la administración demócrata y su respaldo en el Salón Oval implicaría que Milei puede contar con Biden para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y enmendar la compleja situación económica que hereda del gobierno coparticipado entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
“Mañana tenemos una reunión con Jake Sullivan, adonde le vamos a expresar muestra posición y las medidas que vamos a implementar el 10 diciembre”, adelantó Milei a Infobae y otros medios cuando llegó a DC desde New York.
Y remató: “Tuvimos un excelente almuerzo con Dodd y Clinton, adonde le expresamos nuestra visión de la Argentina y los cambios que hacen falta. Ambos se mostraron muy alineados con nuestras ideas”.
La mención del expresidente de los Estados y el enviado especial de Biden para América Latina no fue un simple ejercicio verbal. Dodd es muy influyente en la opinión de Biden y Clinton aún mantiene su charme y su capacidad de lobby en DC.
La suma de Sullivan, Dodd y Clinton es una ecuación exacta que le permitiría a Milei avanzar con el FMI, la Secretaria del Tesoro y Wall Street, ante el pantano macro económico que está dejando la administración peronista al futuro gobierno de La Libertad Avanza.
Argentina se transformó en una pesadilla para el board del Fondo, pero la presión del Consejo de Seguridad, Dodd y Clinton podría poner on track el programa que descarriló antes de la campaña presidencial. Milei apuesta a esta posibilidad, y por eso durante la cita con Sullivan explicará sus medidas económicas y el impacto social que tendrán en los próximos meses.
Milei concurrirá a la Casa Blanca junto a Gerardo Werthein, que sería el embajador argentino en Washington. Werthein tiene excelente relación con Marc Stanley, representante de Estados Unidos en Buenos Aires, y ambos fueron los arquitectos de la agenda que Milei coronará en el mediodía de DC.
Al concluir su reunión con Sullivan, el presidente electo se moverá hacia el aeropuerto Dulles para regresar a Buenos Aires con su hermana Karina. Milei optó por acortar la gira cuando conoció que Kristalina Georgieva no estaría para recibirlo. En su reemplazó, Luis “Toto” Caputo y Nicolas Posse representarán al futuro mandatario ante la burocracia del FMI.
Milei estará menos de veinte horas en la capital de Estados Unidos y escogió al hotel Hay-Adams para pasar su única noche en Washington. No es la primera vez que este hotel cinco estrellas muy cercano a la Casa Blanca recibe a mandatarios argentinos: sucedió con Fernando de la Rúa en su encuentro con Clinton y también pasó durante la reunión que Mauricio Macri mantuvo con Donald Trump.
El presidente electo tenía intenciones de visitar a Trump en su residencia de Mar-a-Lago ubicada a cien kilómetros de Miami, pero le aconsejaron que sería contraproducente para su gestión que saltara de la Casa Blanca a la residencia de un exmandatario republicano con innumerables causas abiertas.
Milei necesita a la administración Biden y no hará un sólo gesto en su contra. Está alineado con Estados Unidos, comparte su mirada geopolítica sobre China y Rusia, y cree que es indispensable sostener a Israel en su guerra contra el grupo terrorista Hamas.
En la Casa Blanca tomaron nota sobre la perspectiva del presidente electo y se comprometieron en colaborar con el futuro gobierno de La Libertad Avanza. Milei necesita cerrar con el FMI y lograr un ingreso milagroso de 15 mil millones de dólares para fortalecer las arcas del Banco Central.
Aquí, en DC, argumentan que nada es imposible para un país aliado de los Estados Unidos.