Líbano vivió las últimas horas con los ojos puestos en los intensos bombardeos a lo largo del país y los oídos atentos a las negociaciones que tienen lugar en la actualidad, las cuales amagan con ser las más fructíferas en más de un año de guerra. Así lo confirman las fuentes cercanas a las conversaciones en las que Estados Unidos media frente a Israel y Hezbolá.
«Se han logrado progresos muy significativos», indicó una fuente sobre la propuesta que el mediador estadounidense, Amos Hochstein, presentó la semana pasada a ambas partes en un viaje a la región.
El gabinete de seguridad israelí se reunirá el martes 26 de noviembre para valorar la propuesta.
La oferta consta de tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano, y finalmente, negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una línea divisoria fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aceptó “en principio” la propuesta, algo que Beirut y Hezbolá dejaron en el tejado de Israel. Pero el premier del Estado de mayoría judía tendría “algunas reservas”, indicaron las fuentes, sobre un documento que sigue en revisión.
Las reticencias del líder del Llikud se relacionan con la «libertad de acción» que demanda Israel para poder emprender acciones militares dentro de Líbano si Hezbolá rompe los términos del alto el fuego y no actúan las tropas libanesas, que deben tomar el control de la frontera, algo que Beirut y el grupo chiita rechazan categóricamente.
La propuesta de acuerdo también contempla la creación de un organismo internacional encabezado por Estados Unidos, que se ocuparía de supervisar el cumplimiento del cese de hostilidades, en el que también participarían Reino Unido, Alemania y Francia.
«Estamos avanzando hacia un acuerdo, pero todavía hay asuntos por resolver», indicó también hoy el portavoz del Gobierno israelí, David Mencer, sin dar más detalles en su rueda de prensa diaria.
El embajador israelí en Washington, Michael Herzog, aseguró que un acuerdo de alto el fuego podría alcanzarse “en cuestión de días”.
Según apuntó a la Radio del Ejército israelí, quedan “puntos por ultimar” y afirmó que cualquier pacto requiere el visto bueno del Gobierno de su país. Pero mostró optimismo: “Estamos cerca de un acuerdo” y “puede ocurrir en días”, subrayó.
El optimismo por parte de Washington es aún mayor. Según informó Reuters, una fuente estadounidense destacó que el acuerdo podría llegar “en cuestión de horas”.
Aumentan las hostilidades en Líbano
Mientras en los pasillos de Washington, Beirut e Israel negocian un posible acuerdo de tregua, el territorio libanés y el norte del Estado de mayoría judía se encuentran al rojo vivo con los constantes bombardeos desde las dos partes del conflicto.
Según informó en un comunicado el Ministerio de Salud Pública libanés, este lunes 25 de noviembre, al menos nueve personas murieron y cuatro resultaron heridas en dos ataques del Ejército israelí contra dos localizaciones, en el distrito de Tiro, en el sur del Líbano.
A la par con las embestidas aumenta la cifra de víctimas mortales: al menos 3.754 personas han muerto en Líbano y 15.626 han resultado heridas, tras más de un año de la escalada de hostilidades entre Hezbolá e Israel, según la última actualización de la cartera de Salud libanesa.
Entretanto, varias zonas del sur de la capital, Beirut, volvieron a ser atacadas por la aviación israelí este lunes.
En Israel tampoco están a salvo. Un israelí resultó herido por metralla en la cabeza en Nahariya, en el norte del país, tras el lanzamiento de unos 20 cohetes por parte de Hezbolá.