Israel atacó esta madrugada objetivos de Hezbolá en el valle de la Bekaa, en el norte de Líbano, por segunda vez desde que se iniciaron las hostilidades en la frontera entre ambos países en octubre, a lo que el grupo chií respondió con el lanzamiento de un centenar de cohetes, uno de sus mayores ataques desde entonces, confirmó el Ejército israelí .
«Aviones de combate israelíes atacaron dos sitios de la organización terrorista Hezbolá en el área del valle de Bekaa, (en el norte de Líbano), que pertenecen a su fuerza aérea y donde planearon y llevaron a cabo varios ataques contra el Estado de Israel», precisó un portavoz militar.
Como respuesta, este martes , el grupo libanés lanzó dos tandas de cohetes hacia Israel, una de unos 70 cohetes y otra de unos 30, que dispararon las alarmas antiaéreas en varias comunidades del norte del país, sin que de momento se hayan reportado heridos o grandes daños, confirmó el portavoz castrense israelí.
El movimiento libanés proiraní Hezbolá confirmó también, en un comunicado, que lanzó «más de un centenar de cohetes katiusha» contra posiciones militares israelíes, «en respuesta a los ataques de Israel contra nuestro pueblo y nuestras ciudades, el más reciente cerca de la ciudad de Baalbeck, donde murió un ciudadano».
Israel responde a ataques de Hezbolá a los Altos del Golán
El bombardeo israelí en el norte de Líbano -en el que medios árabes informan que habría muerto un civil- es el segundo desde que se desataron las hostilidades entre el Ejército israelí y Hezbolá. El anterior tuvo lugar el pasado 26 de febrero en ese mismo valle, en el área de la ciudad de Baalbek, cerca de la frontera con Siria, donde la milicia chií tiene su sistema antiaéreo de defensa.
La ofensiva israelí en el valle de Bekaa es una «respuesta a los ataques con drones lanzados por Hezbolá hacia los Altos del Golán en los días recientes», aclaró el Ejército israelí.
El grupo chií se atribuyó este lunes la autoría de ocho ataques contra objetivos militares israelíes, entre ellos una operación con cuatro drones que cargaron de forma simultánea contra un cuartel de la defensa aérea israelí en los Altos del Golán, que pertenecían a Siria y que Israel ocupó en 1967 y se anexionó en 1981.
Hezbolá reivindicó varias acciones contra puestos militares, una posición de artillería, un avión no tripulado y algunos grupos de soldados israelíes, incluido uno que estaba instalando «nuevos» sistemas de vigilancia en un cuartel del norte del país.
Miedo a otra guerra inminente
Los enfrentamientos, los peores desde la guerra librada por Israel y Hezbolá en 2006, han ido ganando intensidad con el paso de los meses y se han recrudecido con especial fuerza en las últimas semanas, haciendo temer el estallido de una guerra abierta.
Las partes están enzarzadas en intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, un día después de la guerra de Gaza, que se ha cobrado la vida de al menos 338 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá, con 233 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel han muerto 17 personas en el norte (10 militares y 7 civiles); mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 321 personas, entre ellos 40 integrantes de milicias palestinas, un soldado libanés y 47 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hezbolá.
La semana pasada, el mediador estadounidense Amos Hochstein se reunió con altos cargos libaneses e israelíes en un viaje a la región con paradas en Beirut y Tel Aviv, para intentar encontrar una solución diplomática a la crisis; y ante el temor de EE. UU. de que Israel emprenda una ofensiva por tierra en Líbano a finales de la primavera, cuando tenga más controlada la guerra en Gaza.
Hezbolá, que comenzó las hostilidades en solidaridad con las milicias islamistas de la Franja, ha reiterado que no negociará una salida política hasta que no cese la violencia en el enclave, donde la comunidad internacional se afana por mediar una tregua durante el Ramadán.
Pero el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió recientemente que incluso una tregua en Gaza no socavaría el «objetivo» de Israel de expulsar a Hezbolá de su frontera norte, por la fuerza si es necesario.