El informante secreto que entregó las pistas del paradero de Abu Bakr al Baghdadi, líder del grupo yihadista Estado Islámico, podría recibir la totalidad o una parte de la recompensa de 25 millones de dólares que Estados Unidos ofrecía.
Según informó el Washington Post, se trata de un personaje que estaba bien situado en las filas del ISIS y fue quien entregó datos sobre los desplazamientos en Siria del hombre más buscado del mundo.
El diario indicó que el informante estaba en el lugar en el momento en que se desarrolló la redada y fue evacuado dos días después junto a su familia.
La fuente, que no fue identificada, probablemente recibirá una parte o la totalidad de la recompensa de 25 millones de dólares que Estados Unidos prometió por pistas sobre el paradero de Al Baghdadi.
Según el periódico, la fuente fue identificada como un árabe sunita que se volvió contra el ISIS después de que el grupo matara a un pariente. Tras esta deserción, fue acogido por organismos de inteligencia kurdos.
Posteriormente los kurdos lo entregaron a los estadounidenses que, tras comprobar su credibilidad, aprovecharon una oportunidad para lanzar el operativo, dijo el diario.
Además del detalle de los movimientos de Al Baghdadi, el informante conocía la distribución de las habitaciones de su último escondite, indicó el diario.
Los comandos especiales de Estados Unidos allanaron el sábado por la noche el escondite, acorralándolo en un túnel, desde donde hizo explotar su chaleco cargado con explosivos.
Entre las imágenes difundidas por el Departamento de Defensa había imágenes granuladas en blanco y negro de los soldados de las fuerzas especiales estadounidenses que se acercaban a pie a un complejo de paredes altas en el noroeste de Siria, donde estaba escondido Bagdadi.
Según el Pentágono, dos niños que parecían menores de 12 años resultaron muertos, y no tres como dijo previamente el presidente Donald Trump, luego que Bagdadi se inmolara al detonar un chaleco con explosivos en un túnel mientras intentaba escapar de las tropas estadounidenses.
Además, el alto oficial informó que un número no determinado de combatientes afines a Bagdadi fueron abatidos en la operación luego de que comenzaran a disparar contra los helicópteros que llevaban a los comandos.
La estructura de edificios que ofició como su escondite fue arrasada por municiones estadounidenses después de la redada, dejándolo como “un estacionamiento con grandes baches”, dijo el general del Cuerpo de Marines Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, hablando en el Pentágono.
Bagdadi, un nativo iraquí que se cree que tenía alrededor de 48 años, rara vez había sido visto.
Desapareció en 2014 y solo fue visto en un video en abril con una barba gris y roja, junto a un rifle de asalto, mientras alentaba a sus seguidores a “vengarse” después de la derrota territorial del grupo en Siria e Irak. Su muerte ya había sido reportada varias veces y ahora los estadounidenses aseguran que lanzaron sus restos al mar.
Al igual que Osama bin Laden, el líder de la red Al Qaeda muerto en 2011 en una operación de fuerzas estadounidenses en la ciudad paquistaní de Abbottabad, Baghdadi desafió la sabiduría convencional sobre dónde se escondería.
