La India superó este miércoles (28.04.2021) los doscientos mil muertos por coronavirus con más de 3.000 muertes registradas en 24 horas por primera vez, según datos oficiales. Un total de 201.187 personas han muerto por la epidemia en el país, informó el ministerio de Salud, aunque muchos expertos estiman que son muchas más.
India registró un total de 18 millones de infecciones, con 360.960 nuevos casos contabilizados en las últimas 24 horas y 3.293 fallecidos, una nueva marca. Tras varios días marcando máximos, las cifras dieron un pequeño respiro ayer con una leve bajada, pero que no ha supuesto un cambio de tendencia. De los 18 millones de contagios, seis millones se registraron en lo que va del mes de abril.
La explosión del número de casos, atribuida a una variante del virus y a las masivas manifestaciones políticas y religiosas de las últimas semanas, desbordaron a los hospitales, que carecen de camas suficientes, medicamentos y oxígeno.
La crisis es particularmente grave en Nueva Delhi, donde personas con graves problemas respiratorios mueren en las puertas de los hospitales sin lugar para hospitalizarlos. Además, el estado occidental de Maharashtra, el más golpeado por la pandemia, también rompió récords de cifras con 66.358 nuevos positivos y 895 muertes en las últimas 24 horas.
Ante esta situación, la India concentra toda su esperanza en su ambiciosa campaña de vacunación en la que, hasta el momento, se han administrado casi 148 millones de dosis desde que comenzó el pasado enero, 2,5 millones de ellas en las últimas 24 horas.
Varios países se ofrecieron a ayudar a India a hacer frente a la segunda ola de la COVID-19 con material para la fabricación de insumos y vacunas, o equipos médicos, como es el caso de Estados Unidos o Australia.
En este contexto, la ONG Human Rights Watch (HRW) demandó al Gobierno de la India abordar “urgentemente” la escasez de atención médica por la crisis de coronavirus “de más rápido crecimiento en el mundo”. Asimismo, pidió que se garantice que las comunidades vulnerables tengan un “acceso equitativo a los tratamiento”.
“Los donantes y los grupos de la diáspora que están acelerando la asistencia a India deberían alentar al Gobierno a poner fin a las restricciones a la libertad de expresión y respetar los Derechos Humanos en su respuesta a la pandemia”, agregó la organización.
Según la ONG, tras las críticas al Gobierno por la gestión de la pandemia, con la falta de suministro y de atención hospitalaria, este ordenó que se eliminasen cien publicaciones de redes sociales aludiendo a que se trataba de información falsa.
“El Gobierno de India debería concentrarse únicamente en sus esfuerzos en responder a las personas que necesitan ayuda desesperadamente y mueren por falta de atención médica”, insistió al respecto el director para el sur de Asia de Human Rights Watch, Meenakshi Ganguly.
Hasta al momento, India, con 1.300 millones de habitantes, inyectó casi 150 millones de vacunas y a partir del sábado el programa de vacunación abarcará a todos los adultos, lo que representa 600 millones de personas. Sin embargo, muchos estados informan que las existencias de vacunas son insuficientes y los expertos piden al gobierno que dé prioridad a los grupos vulnerables y a las áreas más afectadas.