El Gobierno de India ha dado luz verde al Plan Insignia de Protección Sanitaria con el que pretende ofrecer cobertura sanitaria a 500 millones de personas desfavorecidas en el país, lo que lo convierte en el mayor del mundo. El programa Pradhan Mantri Jan Arogya Yojana (PMJAY) concede 500.000 rupias (6.300 euros) anuales por familia para el tratamiento de enfermedades graves.
Apodado con el nombre del primer ministro, Narendra Modi, el llamado Modicare abarca 100 millones de hogares vulnerables del país asiático, segundo del mundo con mayor población viviendo por debajo del umbral de la pobreza (96,7 millones de personas de un total de 1.324 millones de habitantes, solo por detrás de Nigeria, con 99,2 millones de ciudadanos en pobreza extrema).
En el marco de su puesta en funcionamiento este domingo, Modi escribió en su cuenta de Twitter: “¡Hoy es un día histórico para India! […] un gran paso hacia la prestación de atención médica accesible y de calidad a los pobres de India”. Desde Ranchi, capital del Estado oriental de Jharkhand, el jefe del Ejecutivo reivindicó la magnitud de un plan que “a tan gran escala no se ha emprendido en ningún lugar del mundo”. “Este es el plan de salud más grande del mundo, que beneficia a más personas que la poblaciones combinadas de Estados Unidos, Canadá y México”, afirmó Modi.
Comparativamente, el sistema de atención sanitaria del otro gigante asiático, China, se basa en la participación de instituciones médicas públicas y privadas unido a planes de seguros. En el país vecino, sin embargo, la contribución pública solo cubre la mitad de los costes médicos, por una proporción menor para enfermedades graves o crónicas.
Anunciado en los presupuestos aprobados a comienzos de año, el ambicioso programa se estima en un coste de 1.361 millones de euros anuales. De este total, el 60% será cubierto por el Ejecutivo nacional y el restante 40% por los 27 Gobiernos estatales en los que será implementado con fondos que aumentarán en función de la demanda. El titánico plan, que incluye la creación de 150.000 centros de atención primaria, es el intento más reciente de reformar un sistema de salud pública afectado por falta de hospitales y doctores, y se une a las medidas para reducir los precios de fármacos y aparatos médicos básicos en los últimos años.
Actualmente, el gasto público de India en salud apenas es 1,5% de su PIB, mientras que la media global es de alrededor del 3,5%, según los últimos datos disponibles de la Organización Mundial de la Salud, de 2015. El presente sistema cubre gastos médicos para familias pobres solo hasta las 30.000 rupias (352 euros) al año. Las deficiencias de la sanidad pública han hecho crecer modelos de pago hasta el punto de que el 63% del gasto en servicios médicos procede del bolsillo de las familias, según datos gubernamentales. La cantidad necesaria para una consulta privada puede llegar a los 11,5 euros; una suma que deja fuera de cualquier cobertura a los millones de indios que viven con menos de 1,6 euros al día.
“Esto es un punto de inflexión. El servicio de salud de India nunca será el mismo”, declaró a Reuters, Vinod K. Paul, alto funcionario del NITI Aayog, el instituto de investigación gubernamental encargado de crear las políticas enfocadas en los objetivos de desarrollo sostenible. Según Vinod, los servicios del programa nacional también estarán disponibles en un centenar de hospitales privados, beneficiando a la industria farmacéutica del país.
Otros analistas señalan la deficiencias en su diseño. “Es improbable que el Modicare alcance los objetivos por sí solo. El plan solo cubre los costes de tratamiento y hospitalización en los niveles secundarios y terciarios. En particular, los gastos menores de medicación y diagnóstico no están asegurados”, escribieron en una columna Rajiv Lall y Vivek Dehejia, expertos del Instituto de investigación IDFC, con base en Bombay.
El profesor de Sociología de la Universidad de Hyderabad Purendra Prasad subraya el continuo debilitamiento del sector público frente al privado en una entrevista al medio nacional The Quint. “A menos que la asistencia sanitaria se desconecte del mercado y se desarrolle como un bien común, no hay posibilidad de abordar la cuestión de las desigualdades en materia de salud en India”. Prasad es coautor de Igualdad y acceso: estudios de atención médica en India, un estudio de la Universidad de Oxford en el que se critica la enorme disparidad en relación con el género, la casta y la clase.
El primer ministro Modi, sin embargo, señaló lo contrario en la presentación del programa de salud. “El plan no hará distinción alguna con base en credo o casta. No habrá discriminación en base a ninguna raza o ninguna comunidad”, declaró el jefe del Ejecutivo, quien espera que el nuevo sistema satisfaga las necesidades de millones de votantes de cara a las elecciones generales del próximo año.