Honduras extraditó este jueves a Estados Unidos a un exfuncionario de confianza del condenado expresidente Juan Orlando Hernández, acusado de lavado de activos con sobornos y fondos públicos para tareas de seguridad, informó un jefe policial.
El exdirector del Comité de Administración del Fondo de Protección y Seguridad Poblacional (TASA), Francisco Cosenza, está acusado en Estados Unidos de «conspiración para cometer lavado de activos, lavado de activos y transacciones derivadas de actos criminales».
El exfuncionario, de 65 años, fue trasladado bajo fuerte vigilancia desde la sede de las Fuerzas Especiales en Tegucigalpa, donde estaba detenido desde el 8 de enero, hacia el aeropuerto de Palmerola, unos 50 km al norte de la capital, para ser embarcado en un avión hacia Florida (sureste de Estados Unidos).
En Palmerola, Cosenza fue recibido «por autoridades de los Estados Unidos» que lo llevarán bajo custodia a ese país para ser puesto a disposición de la Corte del Distrito Sur de Florida, informó la policía.
Según la acusación, entre 2015 y 2019 el entonces director de la TASA recibió sobornos millonarios para asignar contratos por compras de uniformes y otros bienes para la Policía Nacional, manejados en cuentas de bancos de Estados Unidos. Periódicos hondureños aseguran que percibió unos 10 millones de dólares.
La tasa de seguridad fue un impuesto creado bajo el gobierno de Hernández (2014-2022), quien afirmó que serviría para obtener recursos para combatir la criminalidad. Estos fondos fueron gastados en completo secreto.
Cosenza se sumó a la lista de 41 hondureños extraditados a Estados Unidos desde 2014, pero es el primero por lavado de dinero; los demás enfrentaban cargos por vínculos con el narcotráfico, entre ellos el expresidente Hernández.
El 8 de marzo Hernández fue declarado culpable de «conspirar» para enviar más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022 por un jurado federal al cierre de un juicio histórico en Nueva York.
El 26 de junio el juez debe dictar la sentencia de Hernández, que podría ser cárcel perpetua.