Honduras se mantiene como el país más inseguro de Centroamérica al registrar una tasa de 31,4 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo. La criminalidad está ligada principalmente al crimen organizado, la extorsión y los feminicidios, factores que mantienen a la nación en la cima de la violencia regional.
Costa Rica, que históricamente fue considerado uno de los países más seguros de la región, enfrenta un repunte alarmante de homicidios.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), hasta inicios de octubre de 2025 ya se contabilizan 659 asesinatos y se estima que la cifra final del año ronde entre 850 y 900, en su mayoría vinculados a disputas entre bandas de narcotráfico.
En contraste, El Salvador experimenta una drástica reducción de homicidios desde la aplicación del régimen de excepción en marzo de 2022.
La región centroamericana vive realidades opuestas: mientras Honduras y Costa Rica enfrentan una escalada de violencia, El Salvador muestra un descenso sin precedentes, aunque no exento de críticas internacionales.