El secretario hondureño de Relaciones Exteriores, Lisandro Rosales, confirmó este martes que Honduras negocia un convenio bilateral con Estados Unidos, diferente al que firmó en julio pasado Guatemala, que no contempla que la nación centroamericana se convierte en un tercer país seguro para los migrantes que buscan refugio.
“No sé de qué tercer país seguro me habla, nosotros lo que estamos hablando con Estados Unidos es de un convenio bilateral de cooperación en temas migratorios“, subrayó Rosales.
Según publicaciones de prensa, las autoridades hondureñas estarían negociando con EE.UU. la firma de un convenio de cooperación de asilo que obliga a los migrantes que atraviesan el país a pedir asilo en Honduras en vez de en territorio estadounidense, similar al suscrito en julio pasado por Guatemala.
Sin precisar detalles, el canciller hondureño dijo que lo que Honduras negocia con Estados Unidos es “completamente diferente a lo que firmó Guatemala”.
“Estamos en el proceso de negociación ahorita e informaremos una vez esté concluido el proceso”, señaló Rosales, tras confirmar que el subsecretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), James McCament, llegará este martes a la capital hondureña para continuar las pláticas.
McCament encabeza una delegación estadounidense que se reunirá este miércoles con autoridades hondureñas para continuar las negociaciones de un acuerdo bilateral en temas migratorios.
El 10 de septiembre, Rosales había rechazado que Honduras vaya a ser tercer país seguro para los migrantes que buscan refugio y aseguró entonces que la agenda entre Honduras y EE.UU. se enfoca en termas de “seguridad regional, promoción de inversiones y oportunidades, y programas de empleo temporal que promuevan una migración regular, segura y ordenada”.
El presidente hondureño y el secretario interino de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Kevin McAleenan, se reunieron a finales de agosto en Washington para dialogar sobre “un compromiso compartido en mejorar la seguridad” y abordar la migración irregular en el hemisferio occidental.
Estados Unidos y Honduras se comprometieron, según autoridades en Tegucigalpa, a “trabajar de manera conjunta para mejorar la seguridad y abordar la migración irregular por medio del intercambio mejorado de información para la aplicación de la ley”.
Además, acordaron “investigar y procesar a los involucrados en organizar violaciones en masa a las leyes de migración e infracciones relacionadas a la trata de personas“.
En Estados Unidos, de acuerdo con la Cancillería, se calcula que viven alrededor de un millón de ciudadanos de Honduras, la mayor parte de ellos en condición irregular, que ha escapado de situaciones que afectan al país como la violencia.
El convenio firmado entre Guatemala y Estados Unidos sigue siendo negociado entre ambos Gobiernos bajo hermetismo y entrará en vigor cuando ambos intercambien “un canje de notas” en las que aclaren haber cumplido con cada procedimiento legal; pero todavía no hay fecha.