Las tensiones en Medio Oriente continúan y, con ellas, también los temores de que el constante fuego cruzado entre el Ejército de Israel y Hezbolá, en Líbano, terminen en una escalada regional.
Este miércoles, un ataque aéreo israelí en la ciudad costera de Sidón, en el sur del territorio libanés, mató una persona y dejó al menos 30 heridos.
El ataque israelí parece haber tenido un claro objetivo. De hecho, el proyectil impactó contra un auto en el que se transportaba Khalil al-Muqdah, comandante de la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa -facción armada del grupo Al Fatah, quien murió en ese asalto.
«El asesinato de al-Muqdah es una prueba más de que Israel quiere desencadenar una guerra a gran escala en la región», declaró a la agencia de noticias AFP, Tawfiq Tirawy, responsable de Al-Fatah.
Por su parte, Israel defendió su operativo y acusó una vez más a Líbano de «dar refugio» a «terroristas».
En un comunicado, el Ejército israelí acusó a al-Muqdah de trabajar con su hermano, Mounir al-Muqdah -uno de los principales comandantes de Al-Fatah-, para introducir armas de contrabando en Cisjordania, en supuesta colaboración con Hezbolá y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
«Seguiremos atacando a los objetivos con base en Líbano que orquesten actividades terroristas en Cisjordania», apuntó el Ejército israelí.
Esta no es la primera vez que Israel ataca esta localidad, alejada de la frontera sur que separa ambos países. De hecho, esta acción se produce menos de dos semanas después de que otro avión no tripulado israelí matara en la misma localidad a Samer al Hajj, comandante palestino de Hamás en el campo de refugiados de Ain el Helu, que es el más grande del Líbano.
Sidón es un punto clave en Líbano para los refugiados palestinos. A las afueras de la ciudad se ubican dos importantes campamentos de refugiados palestinos, el de Ain el Helu y el de Mieh Mieh, este último cercano a la zona donde tuvo lugar el bombardeo de este miércoles. Ambos campamentos están controlados por distintas facciones, en estas, Al-Fatah o Hamás.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), más de 470.000 refugiados palestinos están registrados con el organismo en el territorio libanés, aunque se calcula que muchos de los que figuran en el registro ya no viven en el país bañado por el Mediterráneo.
La tensión entre ambas partes se encuentra en un punto máximo de tensión desde finales del pasado julio, cuando Israel mató al máximo comandante del movimiento libanés, Fuad Shukr, a las afueras de Beirut, por lo que muchos temen una posible guerra abierta como la registrada en 2006.
Israel confirma que Hezbolá lanzó 50 cohetes hacia los Altos del Golán
También este miércoles, el Ejército israelí confirmó el lanzamiento de aproximadamente 50 cohetes o misiles por parte de Hezbolá contra los Altos del Golán, que causaron un herido leve por los restos de un proyectil.
«Se identificaron aproximadamente 50 proyectiles que cruzaban desde el Líbano hacia territorio israelí. Algunos fueron interceptados por el sistema de defensa aérea de las Fuerzas de Defensa de Israel, y se identificaron varios proyectiles caídos en la zona de la ciudad de Katzrin», subrayó un comunicado de la institución castrense.
Los servicios de emergencia aseguraron que el herido leve es un hombre de 30 años, totalmente consciente, que abandonó a pie su vivienda en dicha urbe y fue evacuado al hospital Ziv.
«Un hombre de unos 30 años salió de la casa completamente consciente, caminando por sí mismo con heridas de metralla, que se cree que son heridas por vidrios y explosiones. Le proporcionamos tratamiento médico y lo evacuamos al hospital. Dijo que estaba solo en casa y salió inmediatamente después de la explosión», detalló Muhammad Husni, del Magem David Adom, el servicio de emergencia y asistencia médica israelí.
El grupo chiita libanés reivindicó este asalto, al asegurar que estuvo dirigido a una base militar cercana en los Altos del Golán, en respuesta a una serie de ataques israelíes, incluido el que mató horas antes al comandante de Al-Fatah.
«En respuesta a la agresión del enemigo israelí contra la región de (el Valle de) la Bekaa, los combatientes de la Resistencia Islámica bombardearon este miércoles con andanadas de cohetes ‘Katyusha’ la base logística de Tsnobar, en los Altos del Golán ocupados», anunció el movimiento chiita libanés en un comunicado.
¿Una guerra regional?
En los últimos diez meses, en paralelo al conflicto entre Hamás e Israel en la Franja de Gaza, Israel y Hezbolá están envueltos en otro conflicto.
El grupo chiita libanés empezó a lanzar ataques contra Israel cuando el país inició la guerra en el enclave palestino, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. Para poner fin a sus ataques, el movimiento libanés, respaldado por Irán, al igual que Hamás, puso una condición: un cese al fuego en Gaza.
Pero sin un acuerdo de alto al fuego sobre la mesa, los ataques entre Israel y Hezbolá parecen lejos de detenerse. Es más, están cobrando cada vez más intensidad.
Aunque la mayoría de los intercambios de fuego desde octubre se han producido a lo largo de la frontera sur del Líbano con Israel, Israel ha dado un paso más allá y ha lanzado otros sobre zonas más profundas en Líbano, como Sidón o el valle de Bekaa, que limita con Siria.
El Ejército de Israel aseguró este miércoles que bombardeó las instalaciones de almacenamiento de armas de Hezbolá en el valle de Bekaa, en el que sería su último ataque contra depósitos de armas en un bastión del grupo armado fundamentalista libanés respaldado por Irán.
Los ataques contra depósitos de armas son una táctica militar por la que Israel ha estado apostando recientemente. El sábado, el ejército israelí afirmó haber atacado un depósito de armas utilizado por militantes de Hezbolá en un ataque aéreo. Con el bombardeo, al menos 10 ciudadanos sirios, entre ellos dos niños, fueron asesinados.
Como respuesta a estos ataques, Hezbolá bombardeó este miércoles la región israelí de los Altos del Golán.
«En respuesta a la agresión del enemigo israelí contra la región de la Bekaa, los combatientes de la Resistencia Islámica bombardearon este miércoles con andanadas de cohetes ‘Katyusha’ la base logística de Tsnobar, en los Altos del Golán ocupados», anunció el movimiento libanés en un comunicado.
Además, Hezbolá también lanzó otro ataque con drones contra puestos militares en el kibutz de Amiad, en el norte de Israel, a unos 22 kilómetros de la frontera libanesa. Por el momento, el Ejército de Israel aún no ha confirmado el ataque.
«Como cualquier país que protege a sus ciudadanos, actuaremos en consecuencia», dijo Daniel Hagari a través de redes sociales, con una promesa de venganza.
La tensión entre Israel y Hezbolá es una realidad desde octubre del año pasado, pero incrementó aún más a finales de julio, cuando Israel mató al máximo comandante del movimiento libanés, Fuad Shukr, en las afueras de Beirut.
Desde el inicio de los enfrentamientos en octubre de 2023, más de 600 personas han muerto en el Líbano, incluidos más de 400 combatientes de Hezbolá y 132 civiles, según un balance de la agencia Reuters.
¿Llegará el ataque de represalia de Irán contra Israel?
Es como un fantasma que recorre Medio Oriente, se espera la respuesta de Irán contra Israel en forma de ataque. Todo después que el pasado 31 de julio el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, fuera asesinado mientras estaba de visita en Teherán, la capital iraní.
Un crimen por el que Israel es el principal sospechoso, pero que, por el momento, aún no ha desmentido ni confirmado. Pero por el que se espera que Irán responda, ya que -de confirmarse la autoría de Israel- el país de mayoría judía habría demostrado una vez más que es capaz de traspasar las defensas iraníes y asesinar a altos cargos políticos, tanto iraníes como extranjeros, en el país.
Efectivamente, tras el asesinato de Haniyeh, Teherán prometió venganza contra Tel Aviv, y países como Estados Unidos ya han avisado que la represalia podía ser “inminente”, pero no se puede saber cuándo llegará.
“El tiempo está de nuestra parte y el periodo de espera a la respuesta podría alargarse”, dijo el portavoz de la Guardia Revolucionaria, el general de brigada Ali Mohammad Naeini.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, reiteró el derecho de Teherán a “castigar” a Israel, pero aseguró que no busca aumentar las tensiones en la región y señaló a Israel por hacer justo lo contrario.
Por el momento, el aumento de tensiones en Medio Oriente empieza a tener consecuencias: son muchas las aerolíneas que han decidido cancelar sus vuelos hacia Beirut y Tel Aviv hasta nuevo aviso por miedo a una escalada.