El Gobierno de Guatemala denunció penalmente a una exministra de Salud por la polémica compra de vacunas rusas anticovid en 2021 durante la Administración del presidente Alejandro Giammattei, quien enfrentó críticas de posible corrupción por la adquisición.
La denuncia fue interpuesta en un juzgado de la capital contra la exministra Amelia Flores, quien suscribió un contrato confidencial con la empresa Human Vaccine, subsidiaria del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), dijo en rueda de prensa el procurador general (abogado del Estado), Julio Saavedra.
Saavedra precisó que Guatemala pagó casi 80 millones de dólares por la compra de ocho millones de dosis de la vacuna Sputnik V y dio como anticipo casi 800.000 dólares. La exfuncionaria fue denunciada por los presuntos delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y malversación de fondos y «pone de manifiesto una contratación corrupta, opaca, que debe ser investigada», explicó el funcionario.
«En momentos difíciles y amargos como la pandemia del COVID, en donde toda la sociedad guatemalteca estaba bajo el asedio de una terrible enfermedad que no conocíamos y que no comprendíamos, los corruptos en Guatemala vieron la oportunidad de beneficiarse impunemente», expresó el presidente Bernardo Arévalo.
El pedido original de vacunas rusas era de 16 millones de dosis, pero el Gobierno de Giammattei y la firma vendedora pactaron que solo se cumpliera con la mitad del encargo ante el retraso de entregas que provocaron duras críticas e incluso señalamientos de corrupción contra el expresidente.
Saavedra indicó que la denuncia no abarca a Giammattei porque no figura en la firma del contrato, pero espera que la Fiscalía investigue también «a las personas que pudieron haber participado» en la celebración del mismo.
Flores renunció en septiembre de 2021, tras más de un año en el puesto, en momentos que el país enfrentaba altas cifras de contagios de COVID-19 y persistentes críticas a su gestión. La pandemia, que llevó a Giammattei a decretar estados de excepción y cerrar las fronteras, dejó 1,2 millones de casos de COVID-19 y 20.290 muertes, según cifras oficiales.