El papa Francisco, hospitalizado desde hace 16 días por una doble neumonía, pasó una «noche tranquila», indicó este sábado (01.03.2025) el Vaticano, un día después de que el jesuita argentino de 88 años sufriera una crisis respiratoria «aislada». «La noche transcurrió tranquila. El papa está descansando», dice un breve comunicado divulgado por el Vaticano.
El líder espiritual católico, el primer papa latinoamericano de la historia, se encuentra ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía. Pero tras varios días de mejoría, que llevaron a una fuente vaticana a confirmar el viernes a mediodía su salida del estado «crítico», Jorge Mario Bergoglio sufrió pocas horas después una nueva crisis respiratoria.
«El Santo Padre presentó una crisis aislada de broncoespasmo» que le provocó también un episodio de vómito por inhalación que derivó «en un empeoramiento brusco del cuadro respiratorio», indicó el Vaticano el viernes por la noche. Según el informe de este sábado, el papa respondió bien a la intervención de los médicos, que aplicaron «ventilación mecánica no invasiva», y se mantuvo «alerta y orientado» en todo momento.
Pronóstico «reservado”
Una fuente vaticana indicó que los médicos necesitarán «entre 24 y 48 horas» para evaluar el impacto de esta crisis en la salud de Francisco, cuyo pronóstico sigue siendo «reservado». Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron su salud en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
El pasado sábado, Bergoglio ya sufrió un fuerte ataque de asma y necesitó incluso una transfusión de sangre. La situación ha reabierto además los interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones, máxime cuando el derecho canónico no prevé ninguna disposición en caso de un problema grave que pueda afectar a su lucidez.